El ejército israelí ha detenido a cientos de palestinos en todo el norte de la Franja de Gaza, separando a familias y obligando a los hombres a desnudarse hasta quedar en ropa interior para después subirlos a bordo de camiones y trasladarlos hacia un campamento de detención ubicado en la playa, donde pasaron horas — y en algunos casos días — expuestos al hambre y el frío, según informaron defensores de derechos humanos, familiares y algunos de los propios prisioneros liberados.
Palestinos detenidos en la devastada localidad de Beit Lahia, en el campo urbano para refugiados de Jabaliya, y en vecindarios de Ciudad de Gaza, dijeron que fueron amarrados, se les vendaron los ojos y los apilaron en la parte trasera de camiones. Algunos señalaron que fueron trasladados prácticamente desnudos y con poca agua hacia el campo de detención, ubicado en un lugar desconocido.
“Nos trataron como ganado, incluso nos escribieron números en las manos”, dijo Ibrahim Lubbad, ingeniero informático de 30 años que pasó la noche en el campamento luego de ser detenido en Beit Lahia el 7 de diciembre junto a una decena de familiares. “Podíamos sentir su odio”.
Los operativos han dejado en evidencia una nueva táctica en la ofensiva terrestre de Israel en Gaza, señalan los expertos, mientras el ejército trata de consolidar su control en las zonas evacuadas del norte del territorio y recopilar información sobre las operaciones de Hamás casi 10 semanas después del ataque letal que lanzó el grupo miliciano el 7 de octubre, cuando mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240.
En respuesta a las preguntas sobre los presuntos maltratos, el ejército israelí afirmó que los detenidos fueron “tratados de acuerdo al protocolo” y que recibieron alimento y agua suficiente.
Fuente: AP