La Universidad Central de Venezuela (UCV) se prepara para una sesión crucial el próximo 2 de julio, donde fijará posición ante la decisión del Consejo Nacional de Universidades (CNU) de eliminar las pruebas diagnósticas y otros mecanismos de ingreso interno. La medida, aprobada el 26 de junio, busca que el Sistema Nacional de Ingreso (SNI) gestionado por la OPSU sea el único mecanismo de admisión a las universidades públicas, exceptuando programas especiales como Samuel Robinson y convenios diplomáticos.
La UCV aclaró que la prohibición solo afecta las «pruebas técnicas o diagnósticas», dejando en el aire el destino del sistema Simadi y los aspirantes ya registrados. Profesores y autoridades universitarias, así como fuentes consultadas, advierten que la decisión contradice la autonomía universitaria garantizada en la Constitución y la Ley de Universidades. Temen un deterioro de la calidad académica y un aumento de la deserción estudiantil al eliminar criterios de selección y nivelación adecuados.
La medida ha generado fuerte rechazo en la comunidad universitaria. El presidente de la Apucv calificó la decisión de inconsulta y arbitraria, sin fundamentos claros. Estudiantes de la UCV, respaldados por 21 federaciones, protestaron el 30 de junio frente al Ministerio de Educación Universitaria, exigiendo la revisión de la política y la defensa de la autonomía académica, a la que consideran una «agresión directa».