El expresidente boliviano Evo Morales está siendo investigado por la Fiscalía de Bolivia por delitos de tráfico y trata de personas y estupro por abusar sexualmente durante varios años de niñas menores de edad. El Debate ha publicado en exclusiva un amplio reportaje de investigación con pruebas inéditas sobre el caso que acorrala judicialmente al exmandatario andino.
La más relevante es un conjunto de tres fotografías intervenidas por la Policía que hasta ahora se mantenían en secreto que acreditan que los agentes investigaron si Evo Morales, en paralelo a los abusos sexuales, también agredía a las menores. En las imágenes, que han sido desveladas por este periódico, se observa a una de las niñas llorando, con partes del cuerpo golpeadas e incluso un charco de sangre. Cuando los agentes hallaron este material abrieron una línea de investigación adicional que fue frenada por superiores policiales afines al expresidente. Esta novedad, en este momento, podría dar un vuelco al caso porque agrava aún más los hechos que está investigando la Fiscalía Departamental de Tarija.
Otra de las novedades ha sido publicar la ubicación exacta del lugar donde se llevaban a cabo los abusos. El Debate ha tenido acceso a este dato, desconocido hasta el momento, gracias a la confesión de un miembro destacado de la escolta que tuvo Evo Morales durante su última etapa como presidente. El lugar en cuestión es un chalet ubicado en Achumani, en La Paz. La casa estaba custodiada permanentemente por personal diplomático de la Embajada de Cuba en Bolivia. Al finalizar los encuentros con las adolescentes, el exmandatario se marchaba con ellas a la sala Mamá Diablo, a poco más de veinte minutos en coche. Su entonces jefa de gabinete, Patricia Hermosa, era la encargada de gestionar el cierre del local para que en su interior solo estuvieran el expresidente y sus acompañantes. De la misma manera, Hermosa se encargaba de suministrar a Evo Morales su alcohol preferido, Ron Kayana, que hacía beber a las niñas.
Precisamente, la escolta del expresidente ha sido quien ha facilitado a este periódico el nombre de una de las personas que hacía de conseguidor de las «ñustitas», como se referían a las niñas. Se trata del primo de Evo Morales, Hernán Solís Morales. Este individuo, junto con el militar Ruring River Covarruvias, eran los encargados de hacer llegar las menores al expresidente. El militar Covarruvias, tras ser detenido en 2020, declaró que Evo Morales le había prometido nombrarle ministro como contraprestación por estos hechos.
Por último, este periódico ha hecho pública la lista completa de los cómplices del expresidente. Es decir, personas que conocían sus relaciones con las menores y que, en vez de dar la voz de alarma y denunciar los hechos ante la Justicia, decidieron mirar para otro lado. Entre ellos se encuentran el exvicepresidente Álvaro García Linera o sus exministros Carlos Romero y Sacha Llorenti. También Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, o el senador Leonardo Loza. Este último se fotografió hasta en ocho ocasiones con el bebé que el expresidente tuvo en 2016 con una de las niñas.
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