Era el 20 de agosto de 2008 cuando el vuelo JK5022 tenía previsto viajar desde el aeropuerto Barajas de Madrid hasta Las Palmas de Gran Canaria. Sobre la 13:00 del mediodía el avión, modelo Boeing MD80, intentó despegar, pero la tripulación abortó debido a un sobrecalentamiento en el sistema de recirculación de aire.
Debido a al fallo decidieron volver a la puerta de embarque para realizar una revisión. Los técnicos identificaron el problema en un relé del sistema de recirculación de aire que había fallado, por lo que simplemente lo desconectaron y se autorizó al avión para volver a intentar el despegue.
Casi una hora más tarde el vuelo JK5022 recibe autorización para el despegue en la pista 36L, pero durante el ascenso inicial, el avión experimentó una pérdida de control severa debido a que los flaps y slats, esenciales para proporcionar la sustentación necesaria en el despegue, no estaban configurados correctamente para el despegue. Al llegar al final de la pista el avión se estrelló, deslizándose por el suelo e incendiándose.
Los equipos de emergencia tan solo tardaron dos minutos en llegar, ya que estaban alerta por el despegue. Sin embargo, ni siquiera la rápida respuesta pudo evitar la tragedia: el incendio resultante y la violencia del impacto causaron la muerte de 154 personas y solo 18 personas, todo pasajeros, consiguieron sobrevivir.
Las familias de las víctimas y supervivientes del vuelo JK-5022 no supieron nada del estado de sus familiares hasta casi 48 horas después, ya que la línea Spanair no facilitó la identidad de los fallecidos.
Tras el accidente dio comienzo una investigación para determinar la culpabilidad detrás del trágico accidente. Sin embargo, esta solo acabó señalando a dos responsables del accidente: los pilotos fallecidos.
El error determinante de los pilotos al no configurar correctamente el avión para el despegue apenas se cuestionó en la investigación, según informó el diario El Mundo. “Se inició la maniobra”, afirmó el juez del caso en la resolución que hacía balance de lo investigado, “sin que los pilotos accionasen la palanca de control de flaps y slats, para colocarlos en posición de despegue y tras un repaso de forma descuidada y torpe de las tres listas de comprobación que contenían diversos apartados esenciales para el despegue, entre ellos la correcta configuración de flaps y slats”.
Al fallo de los pilotos se sumó el del sistema que debía alertarles. La nave inició el despegue “sin que el TOWS (Take Off Warning System), sistema de alarma sonora que debía haber advertido de la configuración indebida, se activase”. Esta avería es la que abrió en un principio la puerta a responsabilidades penales más allá de las de los pilotos y se llegó a apuntar hasta a cinco personas.
Sin embargo, en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid solo se llegaron a sentar los dos técnicos que revisaron el avión, acusados de 154 delitos de homicidio por imprudencia y 18 de lesiones. Su razonamiento fue que si hubieran actuado correctamente ante una avería previa el avión no habría despegado y se habría podido detectar la otra avería más relevante, la del sistema de alarma.
El caso acabó archivándose en septiembre de 2012, lo que supuso que las víctimas se quedaron solo con la vía civil para reclamar indemnizaciones. El juicio principal se saldó con la decisión de que Mapfre, aseguradora de Spanair, debía abonar a las víctimas un total de 42,5 millones de euros. En posteriores recursos, el Supremo ha elevado algo esas cantidades. En la última resolución sobre el caso, el año pasado, el Alto Tribunal incrementó en más de 600.000 euros la indemnización a cuatro familias afectadas. El pago de las indemnizaciones y la pérdida de pérdida de reputación fueron algunas de las causas que causaron el quiebre de Spanair en 2012.
Después de este accidente, que marcó un antes y un después en el ámbito de la seguridad aérea en España, el Parlamento Europeo aprobó en 2010 la obligación de las aerolíneas de facilitar la lista de pasajeros en un máximo de dos horas en caso de siniestro, a petición de España, y la obligatoriedad de un plan de asistencia. Esta reivindicación fue llevada por la asociación a Europa, tras las 48 horas de angustiosa espera por conocer la lista de pasajeros de Spanair. En España, se aprobó en agosto de 2013.
Además del Programa Estatal de Seguridad Operacional para la Aviación Civil (PESO), España aprobó en mayo de 2014 el Protocolo de Coordinación para la asistencia a las víctimas de accidentes aéreos y sus familiares, Real Decreto que reconoce la labor de la asociación.
También se creó una Red Europea de Autoridades de Investigación sobre la Seguridad de la Aviación Civil y se emitieron hasta 31 recomendaciones a raíz del informe final de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) que incluía un total de 33. España ya está al día con las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) tras el accidente de Spanair de 2008.
Como cada año, la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 celebrará actos y ofrendas florales en Madrid y Gran Canaria en recuerdo de las víctimas del accidente, según informa Europa Press. Esta fundación tiene como finalidad promover la cultura de la seguridad aérea y la prevención de accidentes en todos los intervinientes en las operaciones aéreas (administraciones, organizaciones internacionales, fabricantes, operadoras, personal aeroportuario, profesionales y usuarios), y la defensa de cuantos derechos correspondan a las víctimas de accidentes aéreos y sus familiares.
En el caso de Madrid, la organización celebrará una rueda de prensa en la Terminal 2 del aeropuerto de la capital en el que presentarán la Fundación A20 Seguridad Aérea, que ya fue anunciada el año pasado en ese mismo día. Además, dentro de la Terminal 2 tendrá lugar una ofrenda floral sobre las Placas de Bronce a las 12.45 horas. Fuera de la aeropuerto y 15 minutos antes, a las 12.30 horas se celebrará otra ofrenda floral ante la piedra situada a la entrada del Parque Juan Carlos I.
Por su parte, en las Palmas de Gran Canaria, con motivo del 16 aniversario de la tragedia, a las 11.00 horas (hora local), tendrá lugar una ofrenda floral en el Monumento El Cubo, situado en la zona de la Puntilla de la Playa de Las Canteras. Una hora más tarde, a las 12.00 horas, habrá otra ofrenda floral en la Plaza de La Memoria de la capital grancanaria.
*Con información de Europa Press