El gobierno de Nicolás Maduro, a través de Jorge Rodríguez, jefe del comando de campaña del chavismo, ha lanzado una campaña nacional e internacional para exigir a Estados Unidos el retorno de 18 niños y niñas venezolanos. Según la denuncia, estos menores, de entre uno y 12 años, quedaron en territorio estadounidense tras la deportación, repatriación o detención de sus padres, y ahora se encontrarían «secuestrados» o institucionalizados sin sus familias directas.
Rodríguez, acompañado de familiares de los niños, calificó la separación familiar como un «castigo brutal» y anunció que recorrerán el país y acudirán a instancias internacionales para presionar por su devolución. La campaña busca visibilizar la situación de estos menores y sus padres, algunos de los cuales están detenidos en EE.UU. o El Salvador, o ya han sido deportados a Venezuela.
Esta iniciativa se enmarca en la narrativa oficial sobre las políticas migratorias de EE.UU. y ocurre a menos de un mes de las elecciones municipales en Venezuela. El chavismo también aprovechó para criticar a organismos internacionales, como la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, por no pronunciarse sobre estos casos y otras situaciones de migrantes venezolanos en el exterior.