El ministro de Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea Franco, ha dado un plazo de 72 horas a diplomáticos venezolanos para abandonar el país después de que Caracas ordenara la expulsión de las representaciones diplomáticas de siete países latinoamericanos y retirar a sus representantes de esos mismos países a los que acusa de no reconocer la victoria del presidente, Nicolás Maduro, en las presidenciales.
«Debido a las graves y arbitrarias decisiones tomadas hoy por el régimen venezolano, el canciller (…) ha instruido que se comunique a los funcionarios diplomáticos venezolanos acreditados en el Perú que deberán abandonar el país en un plazo no mayor de 72 horas», reza un comunicado de la diplomacia peruana publicado en su página web.
El Gobierno de Maduro, que ha señalado que los países afectados, además de Perú, son Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay, ha criticado las «injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de Gobiernos de derecha subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional».
Asimismo, ha agregado que «enfrentará todas las acciones que atenten contra el clima de paz y la convivencia que tantos esfuerzos han demandado del pueblo venezolano», por lo que se ha posicionado en contra de «todos los pronunciamientos injerencistas y de asedio con los que, en forma reiterada, se intenta desconocer la voluntad del pueblo venezolano».