La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, cuyo país ocupa la presidencia del Consejo de la Unión Europea, aseguró este martes que recortar el gasto en defensa en los últimos treinta años fue «un gran error» que «nunca repetiremos», y también afirmó que la migración está «afectando a la cohesión de las sociedades» en la UE.
«En primer lugar, debemos asumir la responsabilidad de nuestra propia seguridad. Recortar nuestro gasto en defensa en los últimos treinta años fue un gran error y nunca lo repetiremos», declaró Frederiksen en un debate en la Eurocámara sobre el programa de la presidencia danesa del Consejo de la UE.
Añadió que no se puede tomar la amenaza del este «a la ligera» y que el rearme militar de Rusia «significa que en un plazo de dos a cinco años podría representar una amenaza militar creíble para Europa y la OTAN».
«Y Rusia ya no está trabajando sola. Lo vemos en Ucrania. Corea del Norte está proporcionando soldados y munición, hay misiles de Irán y tecnología militar de China. Debemos actuar ahora para responder a esta amenaza», comentó.
En ese sentido, consideró que se debe construir una industria de la defensa europea «mucho más fuerte» y que hace falta «invertir más».
«Tenemos que ser capaces de defendernos nosotros mismos para 2030 como muy tarde», aseveró.
También dijo que el club comunitario tiene que aprender de Ucrania, ya que «en un periodo de tiempo muy corto han establecido una industria de la defensa impresionante».
«Tenemos que continuar, como europeos, apoyando a Ucrania de todas las maneras posibles durante el tiempo que sea necesario, con el apoyo militar, la munición, los misiles, los sistemas de defensa aérea, con inversiones en la industria de la defensa de Ucrania», aseguró.
Y abogó por implicarse en asociaciones con empresas ucranianas y por integrar a la industria de la defensa del país invadido por Rusia en la industria europea.
Subrayó que las donaciones europeas a Ucrania «no son un regalo y no son caridad, sino que son defensa directa de Europa, nuestra vida y nuestra libertad».
«También tenemos que incrementar la presión sobre Rusia con las sanciones más duras posibles», resaltó, y llamó a avanzar en el proceso de adhesión a la Unión Europea de Ucrania, Moldavia y los Balcanes Occidentales.
Subrayó que Ucrania debería ser miembro de la OTAN y debe convertirse en miembro de la UE.
Postura dura en migración
Frederiksen dijo que la migración «está desafiando a Europa, afecta a la vida de las personas y la cohesión de nuestras sociedades».
«Nuestros ciudadanos esperan con motivo que nosotros, políticos, encontremos nuevas soluciones, y los ciudadanos europeos tienen el derecho a sentirse seguros en sus propios países», manifestó.
«Por eso necesitamos fortalecer nuestras fronteras externas. Tenemos que reducir el flujo de migrantes a Europa, tenemos que ayudar a estabilizar los países vecinos y hacer el proceso de retornos más fácil y, por supuesto, también más eficiente», comentó.
Recalcó que lo que ha sido «común» entre la población de los Veintisiete «durante muchos años, ahora también es común para muchos de nosotros, políticos, finalmente; quizá no en el Parlamento, pero afortunadamente, y estoy realmente contenta por ello, en el Consejo Europeo», que agrupa a los jefes de Estado y Gobierno.
“La gente que paga el precio de altos niveles de crímenes en ciudades europeas y la inseguridad a la que esta migración incontrolada ha contribuido es la población europea, que es la más desfavorecida», comentó.
En cuanto al presupuesto de la UE para el periodo 2028-2034, Frederiksen dijo que se debe replantear la estructura de las cuentas y hacerlas «más flexibles para gestionar acontecimientos imprevistos».
«Para mí, el ‘statu quo’ no es una opción», subrayó.
En una rueda de prensa posterior, preguntada por si aceptaría deuda conjunta para cuestiones diferentes a defensa, dijo que ahora están siendo “más flexibles y pragmáticos en el debate sobre el próximo presupuesto”, pero que para ella el asunto “está vinculado al rearme de Europa y no a ninguna otra cuestión”.
Sobre comercio, afirmó que los aranceles y guerras comerciales son una “carga” para Europa y Estados Unidos, pidió hacer “lo que se pueda” para evitarlos y admitió que las negociaciones con Washington están “en un momento crítico” porque la fecha límite está “delante de nosotros”. EFE
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