En febrero vino a verme una psicopedagoga, preocupada por los numerosos pacientes adolescentes que estaban participando en plataformas virtuales de juego. Alertada por esta situación, comencé a estudiar y a indagar en un mundo hasta ese momento incierto para mí.
En diciembre de 2021 se aprobó la ley 10.793 de Juego On Line, y entró en vigencia en diciembre 2023, sin restricción, sin pudor, sin control. Inundaron la casa de cada uno de los cordobeses con miles y miles de casinos, sin siquiera importar el impacto ni las consecuencias. El gobierno lo permitió. El juego online comenzó a funcionar, y con él nuestros niños, niñas y adolescentes se las rebuscaron para falsear datos, registrarse como jugadores con datos ajenos e ingresar a plataformas virtuales a jugar, a apostar.
Asi, el Día Mundial del Juego Responsable, 17 de Febrero, presenté mi primer proyecto, que propone la incorporación de un Registro de Datos Biométricos, que les toma fotos a los niños y los obliga a cotejar la identidad con el DNI con el que se registran. Es una barrera, una restricción, atento a que lo único que se había reglamentado al salir la ley del juego fue lo atinente a la recaudación de las prestatarias pero no la protección de nuestros sectores vulnerables.
El segundo punto de mi proyecto “prohíbe” totalmente la publicidad del juego en todas las plataformas virtuales y el tercero destina parte de la recaudación a implementar programas de sensibilización, prevención y concientización en las escuelas secundarias que ayuden a combatir semejante flagelo.
El proyecto se encuentra en Comisión en la Legislatura de Córdoba, tiene consenso sobre el registro de datos biométricos, pero no hay una opinión unánime sobre la figura de influencer y la publicidad o promoción del juego. Nosotros pretendemos la prohibición absoluta, el gobierno pretende que la autoridad de aplicación (la Lotería) prohíba la publicidad, salvo cuando se trate de las 4 prestatarias autorizadas.
En Comisión recibimos a autoridades de la Secretaría de Educación y de la Lotería, quienes negaron que este contacto ilimitado con el juego derivara en adicción y sostuvieron que no les consta que niños, niñas y adolescentes estuvieran participando activamente de plataformas virtuales de juego, lo que motivó a que presentara mi segundo proyecto: la creación de un Observatorio de Seguimiento del Juego On Line, un organismo Independiente que pueda recabar datos, sistematizarlos y proporcionarnos información seria y comprometida sobre cuántos jóvenes participan, cuál es la segmentación social, cuál es su motivación, y de esa manera, con estadísticas serias que sirvan de insumo, poder trabajar elaborando programas y políticas públicas responsables que focalicen el problema.
También, y en coordinación con la provincia de Santa Fe, solicité e insté al Ministerio Público Fiscal a que realice el bloqueo de 385 páginas de juego clandestinas e ilegales. El universo es inagotable.
No hay tiempo para seguir dilatando, posponiendo. La toma de decisiones debe ser urgente. El Estado debe involucrarse, todo los que tenemos responsabilidad política estamos interpelados a involucrarnos, pero también es una responsabilidad colectiva, un trabajo en equipo, interdisciplinario, entre padres, educadores, referentes sociales, psicopedagogos, psicólogos, formadores. Todos debemos colaborar y aportar, debemos educar en ciudadanía digital, formarnos y permitir beneficiarnos con las nuevas tecnologías, poder aprovechar los beneficios de la inteligencia artificial, pero tener el criterio para poder saber decidir. Es necesario crear entornos seguros dónde nuestras generaciones más jóvenes puedan navegar.
Estas armas de destrucción masiva del siglo XXI, como me gusta denominar a las apuestas online, son la puerta de ingreso a un mundo oscuro, triste, donde cada enter, cada click, cada apuesta, esconden una familia en ruinas que lo pierde todo, un ciudadano que roba para jugar y poder apostar, una enfermedad, un movimiento neuronal adictivo, un vacío que se llena con cada juego, un cerebro que se dilapida, una luz que se apaga.
Estas apuestas llegaron para quedarse y es nuestra responsabilidad no permitir que el gobierno pueda seguir ampliando y autorizando nuevas licencias. Hoy son 4 autorizadas y el daño ya es inimaginable. El secreto es no permitir su publicidad y promoción online, y hacer foco en la prevención. Negar nunca fue un camino. Sensibilizar, educar, concientizar y poner en agenda este nuevo flagelo es el sendero acertado. Esta batalla recién comienza, te invito a sumarte.