Sustituir importaciones es un concepto razonable, siempre y cuando no sea una política de Estado que obligue al consumidor a pagar caro un producto nacional de calidad media o baja. Sustituir solo aquello en lo que seamos competitivos para adentro y para afuera.
Exportar excedentes es un concepto dañino en su misma concepción, la cual puede leerse también como “exporto lo que me sobra”. Los mercados internacionales, ni están preparados, ni necesitan sobrantes de otros países. Cada vez más la sofisticación del comercio internacional obliga a la especialización por mercados, por necesidades, por calidad, y por una relación adecuada precio-costo; aspectos estos difíciles de alcanzar por un excedente exportable.
La lectura de la balanza comercial de un país no necesariamente pasa por el saldo, positivo o negativo, sino, especialmente, por su composición y por la capacidad de que las importaciones de materias primas, productos intermedios y productos terminados sea competitivas, y se armonicen con exportaciones que satisfagan en forma continua y consistente a los mercados a los que sirven.
El factor clave para generar la matriz de necesidades que mencionamos varias veces a lo largo de los informes, es la composición de la balanza comercial.
Así como hemos establecido la premisa de evitar exportar sin el máximo valor agregado posible, también debemos establecer la de privilegiar a los mercados fronterizos (Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guyana), a los regionales, y recién luego, a los europeos y Canadá, dejando para el final a China (por su tamaño podría haber una excepción en el privilegio), Australia y Nueva Zelanda, y recién entonces, al continente africano.
La interpretación política de lo que significan las relaciones norte-sur, norte-norte, y sur-sur, tienden a distorsionar la interpretación económica de esas mismas relaciones. A Venezuela, como país, le toca participar en las norte-sur y en las sur-sur.
En las primeras serán mercados de alto valor y alta demanda, llevándonos a crecer, productivamente, por el nivel de exigencia y por la evolución continua de la demanda. Mientras que las segundas tenderán a ser relaciones de menos valor, pero de alta complementariedad, llevándonos por necesidad a constituir bloques regionales que sustituyan la falta de economía de escala de nuestros países, tomadas individualmente.
El ejemplo de Mercosur, que actúa con el patrón sur-sur entre sus miembros, y con el patrón norte-norte al vincularse con mercados sofisticados, desde la sofisticación que brinda la alianza entre países. Productiva y comercialmente hablando, Mercosur podría considerarse un supra país que, en algunos rubros, compita en las condiciones que compiten en las relaciones norte-norte.
Claro que, en las condiciones actuales, con el Mercosur en transición, es un ejemplo solo referencial, esperando a ver cómo sigue y cómo termina el tema de las alianzas individuales extra zona de sus miembros.
Las uniones aduaneras y las alianzas solo serán exitosas si los países que las componen son también exitosos; entendiéndose por exitoso la mejor calidad de vida posible, con pobreza tendiendo a cero, y con una sociedad con altos niveles de conciencia humana, de solidaridad y altos estándares de vida.
Es difícil encontrar empresas sustentables en entornos de pobreza.
Noticias destacadas
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- El País. Macron, a los franceses: “Rusia no se parará en Ucrania”. El presidente de la República alerta en un discurso televisado de la amenaza creciente de una guerra.
- EFE: El secretario de Defensa de Estados Unidos dice que el país está «preparado» para una guerra con China. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó este miércoles que el país está «preparado» para una posible guerra con China, horas después de que el gigante asiático también asegurara estar listo para una guerra de cualquier tipo con Norteamérica.
Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que la paz que busca Trump en Ucrania/ Rusia, cada vez se parece más al acuerdo Chamberlain/Hitler que empeoró las condiciones y le dio ventajas a Hitler en el arranque de la Segunda Guerra Mundial. El resultado de estas maniobras siniestras y opacas de Trump será nefasto para Europa.
- Ni que es difícil dibujar el mapa de prioridades cuando Trump acusa a Zelenski de buscar la Tercera Guerra Mundial, mientras que él, por su lado la busca, pero con China. ¿Quién de los dos la comenzará primero? ¿Será ya un hecho que vamos a esa guerra? ¿O será posible que vía las amenazas quede todo en la nada y nadie las cumpla? Porque el peligro para Trump de la posición de Zelenski es que este no amenaza, sino que cumple… mientras que Trump no quiere pasar de las amenazas. Como todo bocón, en algún momento le saldrá mal y terminará en guerra. Realmente Trump es un peligro para todos… amigos y enemigos… y hasta para su propio país… Le aplicaría la frase del rey Juan Carlos a Chávez: “por qué no te callas”.
- O que no hay que perder de vista que el llamado “Eje del Mal” que incluye a China-Irán-Rusia (y satélites menores como Venezuela) ya fue identificado por Biden como un enemigo del resto del mundo… de los buenos… de los aliados. Habrá que ver qué rol jugará Estados Unidos, porque el rol de todos los demás está más que claro.
- Tampoco que hay mirar el futuro económico de Venezuela desde el optimismo informado poniendo los pies sobre la tierra. Hay temas como el Plan de Independencia Productiva Absoluta, que se parece a tantos que se prometieron y no se cumplieron. Pero en este caso es que no tiene ninguna posibilidad de ser cumplido; porque si el país, sigue por esta vía, se ha vuelto inviable. Cada empresario y persona natural debe buscar la manera de proteger su patrimonio en términos concretos… tratando de atrincherarse y vender solo a cambio instantáneo o anticipado de otros bienes de igual o mayor valor. Porque en estas circunstancias la transacción más segura es el trueque… A lo que hemos llegado.
Mail: [email protected] Instagram: @benjamintripier X: @btripier
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