Más de 2.000 kilómetros en tres semanas. Esta es la distancia que una madre ha recorrido para llevar a sus hijas al colegio, ante la negativa del servicio de transporte escolar de inscribirlas debido a una derogación que no se ajusta a las leyes establecidas. La familia afectada vive en una zona remota de este departamento francés de Gard, a solo cinco kilómetros de la frontera con Aveyron, el departamento vecino, y considera más práctico escolarizar a sus hijas allí.
Aude Mohammedi-Merquiol, su madre, ha denunciado en unas declaraciones para la cadena francesa 3.Occitanie que su hija, de nueve años, “fue abandonada en el borde de la carretera”. La madre ha subrayado que las paradas de autobús ya existen y que ella no ha solicitado la creación de ninguna nueva línea.
La inscripción de su hija en el servicio fue aceptada después del inicio del curso, pero al tiempo fue rechazada la gratuidad del transporte. “Rechazaron la gratuidad por la misma razón: el Gard no quiere pagar por niños escolarizados en el departamento vecino, aunque la Región había prometido la gratuidad para todos los escolares”, ha explicado Aude.
La madre de familia ha recorrido más de 2.000 kilómetros en tres semanas para llevar y recoger a sus hijas, una estudia en la escuela Jules Verne en La Cavalerie y la otra en el colegio del Larzac, ambas en Aveyron. “He intentado todo, contacté con la Región de Occitania, los transportes de Gard y de Aveyron, pero solo me piden que sea paciente”, ha lamentado.
La Región Occitania ―en la que se encuentran estos dos departamentos― ofrece la gratuidad de los transportes escolares para todos los alumnos de la región bajo ciertas condiciones: residir en Occitania, estar escolarizado en un establecimiento público, vivir a más de tres kilómetros del centro educativo y respetar la sectorización escolar.
Aunque se pueden conceder derogaciones por ciertos motivos, en el caso de Aude, una derogación bloquea el acceso a la gratuidad. “Estoy en una especie de vacío. Rechazan la gratuidad porque mis hijos están escolarizados en Aveyron, pero vivimos justo en la frontera, en la misma región. Es incomprensible”, ha denunciado.
La Región Occitania ha afirmado estar al tanto de la situación. “Estamos estudiando el expediente. Hay un procedimiento en curso con una comisión especial que se reunirá para decidir”, han indicado. Sin embargo, para Aude, esta respuesta tarda en llegar. “Ya han pasado más de cuatro semanas y todavía no tengo ninguna solución. Me siguen diciendo que tenga paciencia”. Mientras tanto, Aude sigue luchando por encontrar una solución. Otro niño de la misma comuna estaría en la misma situación.