En la misma capital colombiana existe un bosque tropical húmedo, uno seco y un sistema de superpáramos. Se trata del Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, que conserva los ecosistemas más amenazados de la región y que es un pulmón de oxígeno para la ciudad.
Colombia, uno de los países más megadiverso del mundo, con el 67 % de su superficie compuesta por ecosistemas naturales, tiene en el Jardín Botánico de Bogotá uno de los mayores centros de conservación de la flora del país.
Es considerado como el invernadero más grande de Sudamérica y allí se pueden encontrar imponentes orquídeas, bromelias, y otras especies propias de bosques secos y zonas áridas del país como el barrigón del Chicamocha (Cavanillesia chicamochae) y el ébano (Caesalpinia ebano).
“Nosotros tenemos ordenadas las colecciones de plantas, ya sea por ecosistemas o por familias y géneros. En los ecosistemas de selva húmeda nos vamos a encontrar desde los árboles dominantes, desde las especies que están en el sotobosque como las que se acompañan con los árboles; bromelias, orquídeas, enredaderas helechos, plantas no vasculares y vamos formando el ecosistema para que la gente vaya entendiendo cómo funcionan estos bosques”, dijo a la Voz de América, Moises Palacios, Ingeniero forestal del Jardín Botánico de Bogotá.
El tropicario cuenta con 6 domos de vidrio que miden entre 7 y 20 metros de altura en un espacio de unos 3.800 metros cuadrados, que cumplen la función de conservar la información de las especies que habitan estos ecosistemas, y de las que se encuentran en peligro de desaparecer.
“Estamos muy pendientes del estudio de la adaptación que tengan estas especies, porque como sabemos muchas de ellas van a desaparecer por efectos del cambio climático entonces queremos y sabemos que el tropicario es una estrategia para poder conservar y mantener estas especies como una adaptación al cambio climático”, explicó Palacios a la VOA.
Además, destaca Palacios que dentro de las acciones se desarrollan están las “expediciones botánicas” a los diferentes ecosistemas colombinas con el fin de “recolectar especies para poder reproducirlas y reintroducirlas que hacen parte de los ejercicios de restauración ecológica que se realizan en todo el país”.
Entre las especies destacan varias endémicas del departamento del Chocó, en el Pacífico colombiano y considerada una de las regiones más megadiversas del mundo, con más de 2.000 plantas endémicas.
Además, los visitantes podrán disfrutar de las plantas que han sido utilizadas por la humanidad por cientos de siglos, como el cacao, el algodón, el orégano, la marihuana, la coca y el yagé.
“Es un lugar muy conservado, muy bonito, la atención de las plantas es muy buena. La modalidad de Colombia es conservar, cultivar y tienen todo tipo de frutas, todo tipo de árboles es muy bello”, según Luis Moya, uno de los turistas que visitó el lugar.
El brasileño Thiago Santana destacó el lugar “como lindo y encantador”. “Tenemos el Jardín Botánico de Río de Janeiro en Brasil, pero aquí es más encantador porque todo afuera es hermoso, ¿verdad? Se ve hermoso y lo encontré muy interesante”.
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