El nuevo jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, prometió una “política exterior pragmática” que en el caso de América Latina se centrará en “frenar la migración masiva” y “garantizar la seguridad de las fronteras”.
Para construir un departamento de Estado “más innovador, ágil y centrado” prevé “reemplazar algunas prioridades, despriorizar algunos temas y eliminar algunas prácticas”, según un comunicado publicado este miércoles.
“Tenemos que frenar la migración masiva y garantizar la seguridad de nuestras fronteras”, afirma, en la línea con la prioridad máxima del presidente Donald Trump, que en las primeras horas de su segundo mandato firmó una avalancha de decretos, muchos de ellos para facilitar la expulsión o bloquear el acceso de los migrantes sin visa.
“Nuestras relaciones diplomáticas con otros países, particularmente en las Américas, priorizarán la seguridad de las fronteras de Estados Unidos, parar la migración ilegal y desestabilizadora, y negociar la repatriación de migrantes ilegales”, advirtió.
Trump prometió la deportación masiva de migrantes en situación irregular, pero está por ver si países como Cuba, Nicaragua y Venezuela los aceptan y cuántos recibirán los demás.
Rubio, hijo de migrantes cubanos y que habla español con fluidez, quiere dejar atrás el “enfoque en causas políticas y culturales que son divisivas en casa y profundamente impopulares en el extranjero” para, según él, “volver a los fundamentos de la diplomacia”.
De este modo, prevé “llevar a cabo una política exterior pragmática en cooperación con otras naciones” por el bien de los intereses de Estados Unidos.
En general, seguirá lo que califica de “agenda vanguardista” de Trump.
Eso pasa por eliminar los temas de lucha contra el calentamiento global, que fueron esenciales para su predecesor demócrata Joe Biden y su jefe de la diplomacia Antony Blinken.
En este sentido, Rubio precisa que el Departamento de Estado se centrará en el objetivo de Trump de “un regreso al dominio energético estadounidense”.
“Debemos aprovechar nuestras fortalezas y deshacernos de las políticas climáticas que debilitan a Estados Unidos“, afirma Rubio, quien promete no obstante respaldar las “protecciones ambientales sensatas”.
En su comparecencia en el Senado para su confirmación en el cargo, Rubio afirmó que los cárteles del narcotráfico controlan enormes extensiones de las regiones fronterizas de Estados Unidos con México y arremetió contra Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Entre los decretos firmados por Trump figura la inclusión de Cuba en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo, de la que Biden la había retirado días antes de terminar su mandato.
Jornaleros mexicanos detenidos mientras trabajaban comenzaron a ser deportados a México mientras en varios puntos de la frontera con Estados Unidos se agilizaba la construcción de nuevos espacios para albergar migrantes y hacer frente a las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump.
Unos 70 deportados en lo que podrían ser algunas de las primeras redadas de la nueva administración estadounidense llegaron a Tijuana en pequeños grupos a lo largo de unas tres horas el martes por la noche, algunos vestidos con ropa de trabajo llevando bolsas naranjas con sus pertenencias.
Según explicó un hombre a gritos desde la distancia a un pequeño grupo de periodistas, los detuvieron el martes mientras estaban trabajando como jornaleros en Denver, Colorado. Otro migrante dijo haber sido arrestado en Oregón sin dar más detalles.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum confirmó el miércoles que hubo retornos la víspera y, sin especificar, indicó que las cifras eran menores a las habituales. En 2024, según datos oficiales, más de 500 mexicanos fueron deportados diariamente en promedio a lo largo de toda la frontera. Este mes, solo a través de un punto, Nogales, en frontera con Arizona, fueron deportados unos 150 diarios, de acuerdo con datos de los albergues de la Iniciativa Kino.
(Con información de AFP y AP)