Ciertamente, una guerra merma toda capacidad de suministro de petróleo, gas y electricidad a sus partes combatientes, ocasiona un caos no sólo en el suministro oportuno de flujo eléctrico, sino que, simplemente, destroza toda capacidad de generación.
A propósito hoy martes 05.11.2024 es mi cumpleaños número 52. Fue un año muy intenso y positivo. Escribí un libro y filmé un documental (ya habrá noticias de ello). Bueno, me felicito muy rápidamente y paso a “conversar” con ustedes sobre esta columna:
Ucrania enfrenta a Rusia con su capacidad de generación eléctrica casi destruida. Rusia ha dejado fuera de servicio unos 9 GW (gigavatios) de la infraestructura energética de Ucrania, según presidenta de Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los ataques rusos lograron, desgraciadamente: Interrupciones de suministro eléctrico, causado apagones generalizados y continuos, afectando tanto a la vida cotidiana de los ciudadanos como a las operaciones industriales y servicios críticos. Tuvieron que hacer en Ucrania un management de implementación de apagones planificados para gestionar la carga; Daño a la infraestructura: destruyendo centrales eléctricas, subestaciones, y líneas de transmisión entre otras; estos costos que superarán fácilmente los 50.000 millones de dólares deberán ser reparados, en su momento, por el invasor; obviamente un Impacto en la economía y el bienestar: la falta de electricidad no solo afecta el suministro de agua, calefacción y comunicaciones, sino que también paraliza la actividad económica, desde pequeñas empresas hasta grandes industrias.
Ucrania debe organizar, cuando concluya la guerra, un comité internacional de entendidos en la industria energética para evaluar los daños que Rusia ocasionó en la industria y exigir las reparaciones contables correspondientes.
Y aun así los invasores rusos no pudieron derrotar a Ucrania. Con la mayor parte de su capacidad de generación eléctrica e infraestructura destruida (u ocupada por rusos desde 2022) claramente existe un déficit de suministro eléctrico interno por encima de 6 GW solamente este invierno, sin contar que la guerra frenó en seco planes de expansión de redes, de nuevas industrias y nuevos consumidores.
En un anterior análisis ya vimos, muy de paso, el sistema energético de Ucrania, y ahora esperemos que Europa colabore a Ucrania a tener niveles de abastecimiento de electricidad que permita a sus ciudadanos pasar el frío invierno de Europa del Este.
De todas formas, la matriz energética de Ucrania 2024: continúa en su generación eléctrica con utilización de energía nuclear (ejemplo significativo la central nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa); continúa utilizando carbón (con base en cuencas mineras del Donets afectada por conflicto bélico); gas natural (importado en su mayoría); renovables (solar y eólica sin mucho avance por el estadio de la guerra) y la capacidad hidroeléctrica que siempre depende de factores climáticos.
Según se pudo evidenciar, en acuerdos previos, la Unión Europea tendría que ayudar a Ucrania incrementando hasta 2,1 GW (gigavatios) la capacidad de importación de electricidad durante los meses de invierno.
«A partir del 1 de diciembre, la capacidad máxima de importación de energía eléctrica de países de UE pasará de los 1,7 GW actuales a 2,1 GW. Esto aumentará la resistencia del sistema energético ucraniano frente a los criminales bombardeos rusos y la destrucción de infraestructuras», declaró el ministro ucraniano de Energía, German Galushchenko. La red eléctrica europea ENTSO-E planea aumentar capacidad de exportación a Ucrania hasta 2,1 GW a partir de esa fecha.
Siempre alzó su voz la muy prestigiosa AIE (Agencia Internacional de Energía) que abogó por un constante incremento de cuotas/volúmenes de capacidades de importación de electricidad y gas desde UE a Ucrania.
La Unión Europea tiene proyectado, según se puede ver, un paquete de ayuda que llegará a 2.000 millones de euros para ayudar a reparar, en parte, las destruidas capacidad de infraestructura energética (tanto en generación, transmisión y distribución a usuarios), aunque esa cifra queda corta porque según AIE el coste estimado de las reparaciones asciende a 30.000 millones de dólares.
Sin incluir, adicionalmente, el refuerzo de seguridad militar y seguridad ante ataques cibernéticos de la estructura eléctrica ucraniana que requerirá más dinero e inversiones.
En todo caso Ucrania se plantea como un interesante caso de estudio para entender conceptos de liderazgo de gestión en tiempos de crisis. Si bien su capacidad de suministro eléctrico está mermada considerablemente, pudo salir adelante y comprometer ayuda de UE para importar electricidad.
La guerra continúa y Ucrania mostró una solidez absoluta en su liderazgo militar y en su gestión de crisis de la industria energética, esperemos que la agresión rusa concluya pronto y se dé pie a las renovaciones, reparaciones y reconstrucciones necesarias en el país y en su infraestructura energética.
X @BorisSGomezU
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!