Aunque el incendio en la central nuclear de Zaporiyia ha terminado y los indicadores de radioactividad se encuentran al nivel normal, Ucrania insta a la comunidad internacional a actuar ante la amenaza que supone la ocupación rusa para la mayor planta de este tipo en Europa.
«El fuego en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia ha concluido. El nivel de radiación en la zona de Nikopol es normal», informó este lunes el presidente de la administración regional de Dnipropetrovsk, Serguí Lisak.
Pero pese a que los niveles se encuentran dentro del rango normal, mientras los «terroristas rusos» mantengan el control sobre la planta, la situación «no es y no puede ser normal», enfatizó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un mensaje en el que acusó a Rusia de ser la responsable del fuego.
«Solo el control ucraniano de la planta nuclear de Zaporiyia puede garantizar un regreso a la normalidad y a la completa seguridad», agregó, instando a la comunidad internacional y al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a reaccionar y a exigir responsabilidades a Rusia por usar la central ocupada para «chantajear a Ucrania, a toda Europa y al mundo».
Negligencia o incendio provocado
Un video publicado por Zelenski el domingo por la noche, grabado desde territorio bajo control ucraniano, mostraba un gran fuego en la base de una de las torres de refrigeración de la central y densas nubes de humo que surgían de ella.
«La torre de refrigeración sirve para enfriar agua de los circuitos a más de un kilómetro de los reactores. No hay materiales radioactivos o nucleares dentro», explicó en sus redes sociales la experta nuclear Olga Kosharna.
«La causa probable es una negligencia de la ocupación ruscista (término despectivo aplicado a los rusos) o un incendio deliberado por los orcos (ídem)», afirmó este lunes la compañía nuclear estatal «Energoatom».
Según los datos públicamente disponibles y las informaciones de los expertos del OIEA desde la planta, desde el inicio de su ocupación, en marzo de 2022, ha habido allí equipamiento militar ruso.
«Las torres de refrigeración se emplean para almacenar y ocultar equipos militares y munición, lo que eleva mucho el riesgo de incendio», señala «Energoatom».
Las autoridades locales por su parte difundieron informaciones procedentes de la ciudad de Energodar, próxima a la central y bajo ocupación rusa, según las cuales los soldados rusos prendieron fuego de forma deliberada a neumáticos en la central.
Aparte de la propia torre, han sufrido daños algunos equipos de las instalaciones, advirtió «Energoatom», que señaló que los incendios a gran escala pueden causar potencialmente «un accidente radioactivo».
Chantaje frente a avances en Kursk
El fuego se produjo al tiempo que Ucrania empieza a mejorar su posición en el frente, igual que en verano de 2023, cuando las tensiones por un posible incidente radiactivo en la central también se incrementaron en el momento en que Kiev lanzaba su contraofensiva.
Según el analista militar Oleksandr Kovalenko, el fuego está relacionado directamente con el «completo fracaso» de Rusia en la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas han penetrado unos 30 o 35 kilómetros en territorio ruso en una operación completamente inesperada.
Rusia está intentando chantajear al mundo demostrando lo impredecible que es y apuntando a su disposición a volar por los aires la central si sus planes de guerra no resultan como quiere Moscú, escribió en un análisis para el grupo «Resistencia Informativa».
Deterioro en las condiciones
El uso por parte de Rusia de la planta nuclear como una base militar expone al mundo a la amenaza de un desastre radioactivo, advirtió «Energoatom», a la par que resaltó que el deterioro del equipamiento empeora «día a día» la seguridad en general de la planta.
Numerosos miembros del personal han sido sometidos a tortura y presiones psicológicas por parte de Rusia para intentar asumir el control total de la central, dijo a EFE con anterioridad Kosharna.
El hecho de que las fuerzas de ocupación no han llevado a cabo las necesarias labores de mantenimiento y reparación también incrementa el riesgo de un accidente, subrayó la experta.
Analistas ucranianos también han señalado en declaraciones a EFE que la comunidad internacional dispone de numerosas herramientas para presionar a «Rosatom», la compañía estatal nuclear rusa, que todavía cuenta con encargos por todo el mundo para construir reactores y suministrar combustible.
EFE
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