Horas después de que uno de los amigos de Catalina Gutiérrez, la influencer asesinada en Córdoba, confesara el crimen ante la Policía cordobesa -una confesión que deberá repetir en su indagatoria para que tenga validez-, se conocieron los resultados preliminares de la autopsia que permitieron precisar cómo murió la joven.
El cuerpo de Catalina fue encontrado durante la madrugada del jueves en un descampado de la capital cordobesa. Estaba dentro de un Renault Clio, estacionado en un descampado sobre la calle Pedro Echagüe 3900, en el barrio Ampliación Kennedy.
Gutiérrez fue localizada gracias a la aplicación de rastreo de su iPhone. Su desaparición había sido reportada el miércoles cerca de las 21 horas. Lo último que se supo de ella es que le envió un audio a su novio en el que le contaba que se dirigía hacia Patio Olmos para encontrarse con sus amigas, pero nunca llegó a la reunión. El hecho de no tener noticias de ella alertó a todos sus conocidos y la búsqueda tuvo el peor de los desenlaces.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción Capital, Distrito 3, a cargo de José Alberto Mana, que ordenó que la División Homicidios de la policía cordobesa realice las pericias correspondientes en el lugar donde fue encontrado el cadáver. En simultáneo, dispuso que se le practique una autopsia al cuerpo.
Según indica el informe preliminar- al que tuvo acceso Perfil Córdoba y que replicaron otros medios locales-, la joven murió a causa de una asfixia por estrangulamiento tras ser brutalmente golpeada por el asesino.
Dado que se trató de incendiar el vehículo, el cuerpo presentaba también varias quemaduras, que fueron provocadas luego del deceso. De esta manera, la Justicia descartó la hipótesis de que Gutiérrez haya muerto por inhalación de monóxido de carbono. A su vez, las pericias descartaron que el ataque esté relacionado con un intento de abuso sexual.
De igual forma, aún resta conocer la totalidad del informe para determinar si el asesino utilizó algún tipo de elemento para estrangular a la influencer o, por el contrario, lo hizo con sus propias manos.
La joven era hija de un reconocido arquitecto cordobés, Marcelo Gutiérrez, quien encabezó el proyecto del nuevo Concejo Deliberante, inaugurado hace pocas semanas. Catalina cursó el secundario en el Colegio 25 de Mayo, en el centro de la ciudad. Ya en la carrera de Arquitectura, era muy activa en la red Instagram. Con perfil de influencer, contaba con más de 84 mil seguidores, en donde promocionaba fiestas y productos y también se mostraba de viaje en Buenos Aires, Rosario y Brasil, entre otros destinos.
El principal detenido en la causa es Néstor Soto, un joven de 21 años, oriundo de Bariloche, provincia de Río Negro. Ambos mantenían una relación de amistad y compartían el mismo grupo de amigos de la facultad. Todos estudiaban arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba (UCN).
Al respecto, Marcelo Gutiérrez contó que el joven visitó en más de una oportunidad su casa y que Catalina jamás le comentó que Soto haya tenido algún tipo de comportamiento inapropiado con ella. “Ha venido a estar con ella, mi hija lo ha invitado a cenar, a ver partidos, compartieron momentos de la facultad como amigos”, mencionó en un diálogo con El Doce.
De hecho, Soto se presentó ante la Unidad Judicial de Córdoba para brindar testimonio como un allegado de la joven, pero sus declaraciones tuvieron varias inconsistencias. De un momento a otro, el estudiante de arquitectura terminó por confesar lo que había hecho.
De inmediato, quedó detenido y fue imputado por el delito de “homicidio simple”, a la espera de ser indagado formalmente por el cargo del que se lo acusa. Por esto mismo, aún el crimen no pudo ser reconstruido en su totalidad.
Hasta el momento, se sabe que la joven se desvió hacia la zona en la que fue hallado tiempo después su cuerpo, pero se desconoce cómo fue que se encontró con Soto.