Un tribunal de Ecuador sentenció este jueves a 34 años de prisión a un hombre acusado de asesinar a un menor con 16 puñaladas en Quito, en 2023, cuya búsqueda internacional se intensificó con una alerta roja emitida por Interpol.
EFE
El asesino, identificado como Kevin Gaibor, apuñaló a Marcelo Salazar, el hermano menor de su exnovia, de 15 años, el 19 de mayo de 2023. El crimen ocurrió mientras el adolescente se encontraba en su casa, esperando que termine un receso de sus clases virtuales, explicó la Fiscalía ecuatoriana en un comunicado.
Según las investigaciones, el agresor «actuó motivado por la ruptura de la relación, que había ocurrido un día antes del crimen», señaló el Ministerio Público. «El procesado le había dicho a su entonces pareja que le haría daño ‘donde más le doliera’», agregó.
El tribunal acogió cada una de las pruebas expuestas por el fiscal y, tras deliberar, los jueces resolvieron por unanimidad imponer al acusado la pena máxima agravada de 34 años y 8 meses de prisión por el delito de asesinato. El ahora sentenciado escuchó el veredicto desde el centro de detención donde permanece recluido desde su captura.
El caso se hizo público en febrero de este año, después de que el abogado ecuatoriano Felipe Rodríguez relatara la historia en su cuenta de la red social X y pidiera a las autoridades policiales y a la ministra del Interior, Mónica Palencia, que buscaran al entonces sospechoso.
«¿La justicia es exclusiva para los ricos y para los influyentes? ¿En este país se garantiza justicia a los pobres, a quienes no tienen contactos? Necesito que lean este hilo, necesito que lo griten conmigo», escribió Rodríguez y procedió a dar los detalles del crimen.
Dijo que Gaibor, «al enterarse de que su novia, ante sus maltratos constantes, lo iba a dejar, le advirtió: ‘si me dejas, te golpearé donde más te duele’».
El sujeto habría esperado a que su expareja y su exsuegra salieran a trabajar para ingresar a la vivienda y asesinar al menor con 16 puñaladas en el cuello y el tórax. «Lo asfixió con un collar de perro y lo dejó desangrado y muerto en el piso», contó en la red social en la que también publicó una fotografía del acusado.
Rodríguez añadió que el hombre, «un cobarde e inexperto criminal», dejó la ropa que usó para matar al adolescente y todas las evidencias en la escena del crimen. Sin embargo, dijo que la Policía, pese a tener «un caso de flagrancia de manual», hasta «con videos», no hizo nada.
«¿Saben por qué? Porque Marcelo es una víctima pobre, porque su familia no tenía voz, porque su muerte era una simple estadística», escribió.
Tras su denuncia, la Policía dijo que estaba intensificando la búsqueda y localización de Gaibor y que no permitirían que el «atroz suceso quede en la impunidad».
La Fiscalía señaló que durante el juicio la defensa del acusado «intentó justificar el asesinato con una supuesta patología mental», pero «nada pudo hacer ante la contundencia del conjunto probatorio que Fiscalía llevó a la audiencia. Los jueces desestimaron la alegación de esquizofrenia, pues no hubo ningún documento que la sustente».
El fiscal dijo a los jueces que las graves heridas que tenía el menor a causa de la agresión le causaron «una hemorragia aguda interna por laceración cardiaca y pulmonar».
Tras conocer la sentencia, el abogado Rodríguez dijo que se había hecho justicia y que no era un día de celebración, «sino el inicio del camino para encontrar otra vez la paz» de esa familia. «Nunca dejen de creer en la justicia y de luchar por ella», señaló.
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