Un estudio publicado por The Lancet Neurology estima que la cantidad de personas que viven con demencia a nivel mundial se triplicará de 57 millones a 153 millones para el año 2050. Este alarmante aumento se debe principalmente al envejecimiento de la población, particularmente en las regiones más pobres.
Si bien la prevalencia de la demencia estandarizada por edad se mantendrá estable, el número de casos se disparará. El análisis también demuestra que las mujeres son más propensas a padecer la enfermedad que los hombres.
Los factores de riesgo modificables, como el índice de masa corporal alto, la glucosa plasmática alta en ayunas y el tabaquismo, juegan un papel importante en el desarrollo de la demencia. Se estima que alrededor del 40% de los casos de demencia podrían prevenirse abordando estos factores de riesgo en la población mundial.
“Los aumentos a lo largo del tiempo en el número de personas afectadas por la demencia acentúan la importancia de no solo cuantificar la carga actual de la demencia, sino también generar pronósticos de la prevalencia de la demencia para permitir decisiones políticas informadas, planificación del sistema de salud y asignación de recursos”, reseña la información.
El crecimiento en el número de personas con demencia presenta un gran desafío para los sistemas de salud pública, ya que su considerable aumento trae una necesidad de políticas y estrategias públicas que aborden a este grupo.
Políticas públicas para atender casos de demencia
Si bien existen tendencias decrecientes en la incidencia de la demencia en algunas regiones, estas no son suficientes para compensar el aumento general. El número total de personas afectadas seguirá aumentando, con mayor impacto en las regiones de ingresos bajos y medios.
Este estudio resalta la urgencia de tomar medidas para abordar la demencia a nivel global. Se necesitan esfuerzos multifacéticos para reducir la carga de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
En Venezuela, se estima que actualmente hay alrededor de 300.000 personas con demencia. Con el envejecimiento de la población, se espera que este número aumente significativamente en las próximas décadas.
“Ha surgido evidencia sólida que respalda la importancia de los factores de riesgo de demencia potencialmente modificables. Caracterizar la distribución y magnitud del crecimiento previsto es crucial para la planificación de la salud pública y la priorización de recursos”, sostiene.
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