Seis años después de haber brindado cobertura a la crisis sociopolítica en Nicaragua, Oswaldo Rivas, un experimentado fotorreportero de 57 años que trabajaba para la Agence France Presse (AFP) desde el 2023, tuvo que salir del país a inicios de junio rumbo a Estados Unidos para resguardar su seguridad, luego de que agentes policiales allanaran su vivienda y se apostaran ahí desde entonces.
La última cobertura que Rivas realizó en Nicaragua fue sobre un partido de béisbol. Cuando estaba trabajando, Rivas cuenta que sujetos de civil se le acercaron para decirle que tenía que salir de las instalaciones porque estaba circulado por las autoridades e iba a ser detenido, a lo que restó importancia, pero fue hasta que recibió una llamada que lo alertó.
«Llamé a la casa y me dijeron que habían carros con civiles afuera. Yo ya no retorné a la casa. Me fui a huir, digámoslo así», comentó el fotorreportero. «Al día siguiente ya me dijeron que habían patrullas policiales estaban dentro de mi casa, que estaban saqueando mi casa. Obviamente ya no quise regresar».
La residencia del fotorreportero está ubicada en Managua, la capital nicaragüense.
Rivas dice que se quedó por unos días en el país centroamericano, hasta que tuvo que salir el 8 de junio por puntos ciegos hasta llegar a Estados Unidos donde pidió asilo político.
Rivas alega que la persecución en su contra es por su trabajo como fotorreportero en Nicaragua.
«Nosotros cubrimos todo lo que es… todo los disturbios contra el gobierno de Daniel Ortega en 2018. Fuimos objeto de varios encontronazos con la gente… con los que apoyaban al gobierno de Ortega [en] Diriamba, Masaya, Monimbó, en Managua», dice el fotoreportero.
«A raíz de eso pienso, creo que hemos sido objeto de agresiones hasta el día… de agresiones y de vigilancia por hacer nuestro trabajo».
El gobierno de Daniel Ortega no respondió a una solicitud de comentarios sobre las acusaciones. AFP declinó brindar comentarios sobre el caso de Rivas.
La prensa china y rusa más presente
La Organización de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), la agremiación más grande del país, indicó a la Voz de América que en lo que va del 2024, se ha registrado «una nueva ola de ataques a periodistas independientes de Nicaragua», que incluye agresiones a corresponsales de medios periodísticos extranjeros de la AFP, El País, EFE, Reuters, entre otros.
Esta «ola», indican, se refleja mediante el allanamiento a casas de periodistas, confiscaciones de celulares y computadoras, intensos interrogatorios y detenciones exprés. Algunos de los reporteros son liberados de forma condicionada ya que deben estarse reportando diariamente o estar yendo a firmar a la policía, señalan.
PCIN calcula que a la fecha hay un aproximado de 270 periodistas y fotorreporteros nicaragüenses exiliados, en los que se encuentra el colaborador de la AFP.
En noviembre de 2021, EFE denunció que las autoridades de Nicaragua prohibieron la entrada al país al delegado de la Agencia en Managua, el nicaragüense Luis Felipe Palacios, cuando se disponía a regresar a la nación centroamericana después de un viaje de trabajo en Panamá.
Según EFE, Palacios no pudo abordar el vuelo directo en el que iba a regresar a su país, porque, según le comunicó la compañía aérea, las autoridades nicaragüenses le habían denegado la entrada.
En octubre de 2021, el corresponsal de El País, en Managua, Wilfredo Miranda, anunció su salida por razones de seguridad luego de haber sido citado por la fiscalía.
«El régimen implementa un patrón de represión que busca extinguir el periodismo independiente en Nicaragua y evitar cualquier forma de fiscalización. Mientras esto sucede avanza en el fortalecimiento del sistema de medios oficialistas con la asesoría directa y capacitación de medios de comunicación de China», dijo a la VOA Julio López, de la organización de periodistas PCIN.
Mientras esto ocurre, el gobierno de Daniel Ortega informa sobre la llegada continua de prensa extranjera afín a China y Rusia.
A mediados de julio llegó a Nicaragua un grupo de periodistas del Grupo de Medios de China para «compartir» información con coordinadores de los Medios del Poder Ciudadano, que es a como se les denomina a los medios oficialistas que controla el presidente Ortega.
Pero en Nicaragua también existe la presencia de medios rusos como Sputnik, quienes en ocasiones «comparten con jóvenes estudiantes de comunicación de las universidades de Nicaragua una serie de encuentros de intercambio y aprendizajes», según la prensa oficialista.
[Con colaboración de la corresponsal de la VOA en Colombia, Karen Sánchez]
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