El Ejército israelí lanzó el domingo 29 de septiembre una operación a «gran escala» contra los rebeldes hutíes en la ciudad portuaria de Al Hodeida, en el oeste del Yemen.
La ofensiva israelí tiene lugar un día después de que ese grupo chií reivindicara el lanzamiento de un misil balístico contra el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv y luego de meses de ataques en el mar Rojo en represalia por la guerra en Gaza.
De esta forma, Israel amplía su radio de combate contra las milicias respaldadas por Irán, tras la arremetida de las últimas dos semanas contra el grupo chií libanés Hezbolá, cuyo máximo líder fue asesinado en un bombardeo el pasado viernes. En France 24, explicamos los orígenes de los rebeldes hutíes y las razones de su disputa con Israel.
El Ejército israelí está «decidido a seguir actuando y dañando a todo aquel que suponga una amenaza para los ciudadanos israelíes y a la distancia que sea necesaria», advirtió este domingo esa institución, en referencia los 1.800 kilómetros que separan Israel del Yemen, tras anunciar el bombardeo «a gran escala» contra la ciudad yemení portuaria de Al Hodeida, donde operan los hutíes.
Con esto, la tensión es más que palpable en Medio Oriente, donde el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tiene abiertos ahora frentes de ofensiva a gran escala contra tres grupos –Hamás, Hezbolá y los hutíes– respaldados abiertamente por su gran enemigo, Irán.
Israel y su ofensiva en Yemen
El domingo 29 de septiembre, mientras continuaba bombardeando Gaza, incluida una escuela, así como el sur del Líbano y los suburbios meridionales de Beirut, Israel extendió su radio de ataques a la ciudad portuaria yemení de Al Hodeida, causando la muerte de al menos cuatro personas y heridas a otras 40.
«Nuestro mensaje es claro: para nosotros ningún lugar está demasiado lejos”, sentenció el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tras el ataque que él mismo dijo haber monitorizado desde una sala de mando de las fuerzas aéreas.
Aunque no es la primera vez que Israel ataca el Yemen, este bombardeo a incrementado las alarmas por una guerra total regional.
El pasado 15 de septiembre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había ya advertido a los rebeldes hutíes de represalias después de un ataque con misiles contra el centro de Israel.
El pasado julio, Israel lanzó también una acción contra el puerto de Al Hodeida, en la que mató al menos a seis civiles y alcanzó más de dos decenas de tanques de almacenamiento de petróleo, así como una central eléctrica.
Por su parte, los hutíes han estado atacando barcos vinculados con Israel en el mar Rojo y continúan lanzando proyectiles contra su territorio sin que la escalada bélica en el Líbano, con más de mil muertos, los haya hecho retroceder.
El grupo rebelde yemení, respaldado por Irán, decidió lanzar esos ataques a barcos en el mar Rojo, una ruta marítima crucial por la que pasa el 12 % del comercio mundial, debido a la guerra en Gaza.
En respuesta, en enero, Estados Unidos y Reino Unido lanzaron de manera conjunta una serie de ataques en 16 lugares de Yemen.
Ante la acción de los dos países occidentales, los rebeldes hutíes, a los que el presidente de EE. UU. Joe Biden, considera un grupo terrorista, prometieron venganza y aseguraron que responderían con dureza.
¿Quiénes son los hutíes? ¿Por qué están en la mira de Netanyahu? ¿Y cómo justifican los países occidentales su respuesta militar?
¿Quiénes son los rebeldes hutíes?
Para entender el porqué del conflicto con los hutíes, hay que mirar la historia del grupo.
Los hutíes hacen parte de una rama de la minoría musulmana chíita de Yemen, denominada zaidíes.
Su origen se remonta al movimiento liderado por Hussein al-Houthi —de ahí viene el nombre del grupo— quien fundó la Juventud Creyente en la década de 1990. Se trata de un movimiento contrario al régimen sunita que dirigó Yemen después de 1962. Un periodo en el que los zaidíes quedaron excluidos, luego de haber gobernado durante siglos el país.
Tras la unificación de Yemen en 1990, Alí Abdalá Salé llegó al poder y, aunque apoyó en primera instancia a la Juventud Creyente, luego la percibió como una amenaza debido a su ideología antigubernamental. En 2004, Al-Houthi fue asesinado, un hecho que no debilitó a su movimiento, sino que lo fortaleció.
Los hutíes lanzaron una ofensiva cada vez mayor, que se vio potenciada en medio de la Primavera Árabe. En 2011, tomaron control de varias provincias del norte del país.
El conflicto interno yemení se escaló desde 2014, cuando se hicieron con la capital de Yemen, Saná, y asaltaron el palacio presidencial en 2015, obligando al entonces presidente, Abd-Rabbu Mansour Hadi, —sucesor de Alí Abdalá Salé— a huir a Arabia Saudita.
Desde entonces, Yemen vive un conflicto armado que ha causado una profunda crisis humanitaria en el país. Se estima que más de 150.000 personas han muerto y, según cifras de la ONU, 20 millones de personas pasan hambre o sufren de desnutrición.
A lo largo de los años, los hutíes han consolidado su poder, controlando la mayor parte del norte de Yemen y del mar Rojo —un punto clave del actual conflicto con Israel y Occidente—.
Además, los hutíes han contado con un fuerte apoyo por parte de Irán, país del que han recibido apoyo militar y logístico. De hecho, hacen parte de lo que es conocido como ‘Eje de Resistencia’, una alianza de carácter antiisraelí y antioccidental.
¿Por qué los hutíes desafían a Israel?
Los hutíes reivindicaron este sábado 28 de septiembre el lanzamiento de un misil balístico contra el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv como medida a «la llegada del criminal Benjamín Netanyahu», un proyectil que aparentemente fue interceptado fuera del territorio de Israel.
Los hutíes atribuyen sus ataques a la ofensiva israelí en Gaza y a los ataques en Líbano.