J. D. Vance será el nuevo vicepresidente de Estados Unidos.
Donald Trump eligió en julio pasado al senador de Ohio para competir en las elecciones de este 5 de noviembre, en que el republicano se convirtió por un nuevo periodo en el mandamás de la Casa Blanca.
De 39 años, Vance pertenece al ala trumpista en la Cámara alta. Ganó mucha popularidad tras la publicación de su libro Hillbilly Elegy, un bestseller que combina sus memorias con el ensayo sobre la pobreza en la sociedad blanca de EE UU.
Por eso, se entendía que su presencia en la fórmula con Trump podría ser su mejor opción para conectar con los votantes blancos de clase trabajadora.
«Tras largas deliberaciones y reflexiones, y teniendo en cuenta el tremendo talento de muchos otros, he decidido que la persona más adecuada para asumir el cargo de vicepresidente de Estados Unidos es el senador J.D. Vance, del gran estado de Ohio», dijo Trump al hacer el anuncio en esa oportunidad.
Vance, que integró el movimiento Never Trump («Nunca Trump») durante las elecciones de 2016, cambió de posición en 2022 en el momento de iniciar su carrera política.
Al norminarlo, Trump esperaba que Vance, al ser un candidato joven, refrescara su campaña republicana y liderara una nueva generación de republicanos fieles a su figura al interior del partido.
Libros, capital de riesgo y política
Vance, nacido en Middletown, Ohio, en 1984, con el nombre de James David Bowman, fue criado por sus abuelos maternos -en el seno de una familia blanca de clase trabajadora- debido a los problemas de adicción de su madre y a la ausencia de su padre.
El ahora futuro vicepresidente formó parte de los infantes de marina y sirvió en Irak antes de ir a la Universidad Estatal de Ohio, donde se licenció en Ciencias Políticas y Filosofía, para después pasar a la Facultad de Derecho de Yale y terminar siendo inversor en capital de riesgo, trabajando especialmente en Silicon Valley.
Bautizado como católico en 2019, Vance se declara en contra del derecho al aborto, aunque respalda la opinión de Trump de que el asunto debería dejarse en manos de cada estado.
En 2016, escribió un exitoso libro de memorias y ensayos, Hillbilly Elegy, donde narra su propia vida y crianza en una familia de clase trabajadora en el Rust Belt (cinturón industrial) de Estados Unidos.
En ese libro, Vance adoptó una visión decididamente conservadora: describió a sus amigos y familiares como derrochadores crónicos, dependientes de las prestaciones sociales y, en su mayoría, incapaces de salir adelante por sí mismos.
El éxito del libro hizo que la historia fuera llevada al cine en una película homónima de Netflix con Amy Adams y Glenn Close.
Hillbilly Elegy lo convirtió no solo en un autor de bestsellers, sino también en un reconocido comentarista de televisión que hablaba de la relación de Donald Trump con los votantes blancos de clase trabajadora en EE UU.
Sin embargo, por aquella época, no dudaba en criticarlo.
«Lo que está haciendo (Trump) es darle a la gente una excusa para señalar con el dedo a alguien más, a los inmigrantes mexicanos, al comercio con China, a las élites demócratas o a cualquier otra cosa», decía Vance en 2016.
Ese mismo año, le escribió en privado a un contacto en Facebook: «Voy y vengo entre pensar que Trump es un imbécil cínico… o que es el Hitler de Estados Unidos».
Una vez que Vance se unió a la carrera por el Senado, en 2022, se disculpó con Trump y cambió de posición, consiguiendo el respaldo del expresidente para el Congreso.
En el Senado ha sido un voto conservador confiable para el ahora presidente electo. Respaldó políticas económicas populistas y ganó peso como uno de los mayores escépticos del Congreso respecto de la ayuda a Ucrania.
Vance se ha convertido en un actor cada vez más importante en el mundo de la política del Make America Great Again (el lema de campaña con el que Trump logró volver a la Casa Blanca) y se ha sumado casi por completo a la agenda del republicano.
Dada su corta experiencia en la cámara liderada por los demócratas, los proyectos de ley que ha promovido el próximo vicepresidente rara vez han avanzado y tienden a enviar más mensajes que a cambiar políticas.
A inicios de este año, Vance presentó proyectos de ley para retener los fondos federales para las universidades en las que había campamentos o protestas por la guerra en Gaza, así como para las universidades que emplean a inmigrantes indocumentados.
Haciendo gala tanto de su belicismo en política exterior como de su experiencia en finanzas, Vance presentó en marzo una ley que impediría el acceso del gobierno chino a los mercados de capitales estadounidenses si no respeta la legislación comercial internacional.
Con esta agenda, en poco tiempo Vance se fue convirtiendo en un actor cada vez más importante entre los republicanos, alzándose como una voz influyente del trumpismo en Washington.
Según medios como la revista The New Yorker y el periódico The New York Times, la candidatura de Vance a la vicepresidencia fue apoyada por pesos pesados de Silicon Valley que se identifican como libertarios, como Elon Musk, David Sacks (cofundador de PayPal) y Peter Thiel (también cofundador de PayPal).
Vance es visto como una figura importante para los conservadores en las luchas culturales que dividen a Estados Unidos, en especial contra el movimiento identificado como woke.
También se le considera alguien que le da peso intelectual al trumpismo y que eventualmente se puede convertir en un sucesor.
¿Quién es su esposa, Usha Vance?
El futuro vicepresidente de Estados Unidos está casado con Usha Vance. Ambos se conocieron como estudiantes en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale en la década de 2010 y se casaron en 2014.
Hija de inmigrantes indios, nació en California y se crió en los suburbios de la ciudad de San Diego.
En la actualidad es abogada litigante en un bufete de San Francisco y ha sido secretaria del presidente de la Corte Suprema, el juez conservador John G. Roberts Jr.
Durante la campaña, Vance elogiaba con frecuencia a su esposa por su apoyo en su carrera y la consideraba su «guía espiritual de Yale» cuando ambos eran compañeros de clase.
En una entrevista en Fox News en mayo, Usha dijo: «Creo en J.D. y lo quiero de verdad, así que ya veremos qué pasa con nuestra vida».
La pareja tiene tres hijos: dos varones, Ewan y Vivek, y una niña llamada Mirabel.
Por qué Trump eligió a JD Vance
En 2016, cuando Donald Trump eligió al gobernador de Indiana, Mike Pence, como su compañero de fórmula, fue ampliamente visto como un esfuerzo por cortejar a los votantes cristianos evangélicos que podrían haber sido cautelosos a la hora de apoyar a Trump, un exdemócrata casado tres veces.
La elección de JD Vance también ofreció una idea, aunque distinta, de la estrategia de campaña que asumió Trump y posiblemente también da luces sobre cómo gobernará ahora que regresa a la Casa Blanca.
Trump sabía que estas elecciones se ganarían o perderán en un puñado de estados industriales en disputa en el Medio Oeste.
Originario de Ohio, Vance fue elegido como senador después de la publicación de sus memorias, Hillbilly Elegy, en las que habla de su educación obrera y de cómo esta afectó su política y su visión del mundo.
Con sus antecedentes y los resultados ya sobre la mesa, no es extraño pensar que la impronta de Vance pudo haber conectado con el tipo de votantes blancos de clase trabajadora que le entregaron por poco esos estados a Trump en las elecciones de 2016 y que también podrían haber sido claves ahora para su triunfo.
Trump, de hecho, dejó ver ese objetivo cuando anunció su decisión de compartir fórmula con Vance, escribiendo que este se centraría «fuertemente en las personas por las que luchó tan brillantemente, los trabajadores y agricultores estadounidenses en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Ohio, Minesota. y mucho más allá».
En todos esos estados, menos en Minesota, Trump se impuso en las elecciones de este martes, siendo Pensilvania, Wisconsin y Michigan, las que fueron claves para que el republicano le sacara ventaja a Kamala Harris.
Asimismo, en julio Trump elogió el servicio militar de Vance y su pedigrí como estudiante en la facultad de derecho de una universidad de prestigio.
Con sólo 39 años, Vance ofreció un contrapunto juvenil a los candidatos que encabezaban ambas listas presidenciales.
La elección de Trump lo sitúa ahora a la vanguardia de una nueva generación de republicanos.
Con el triunfo en el bolsillo, además, Vance posiblemente figurará en la conversación sobre la nominación presidencial del Partido Republicano para 2028.
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