Su propósito es negar a aquellos que son considerados figuras de peso en el tráfico internacional de estupefacientes, a sus empresas y sus agentes el acceso al sistema financiero de EE UU, así como la posibilidad de hacer negocios con compañías y ciudadanos estadounidenses.

Donald Trump firmó más de un centenar de órdenes ejecutivas, incluida la que abre el proceso para que se designen «organizaciones terroristas» los carteles mexicanos, el Tren de Aragua y la MS13, el lunes 20 de enero, en su primer día como presidente. Getty Images
De la misma manera, los principales efectos de estar en la lista de «grupos terroristas extranjeros» serían financieros, ya que la designación facilita a EE UU el bloqueo de flujos de capital y el combate al blanqueo de activos.
En ese sentido, «las consecuencias jurídicas de la ‘ley de capos’ no difieren sustancialmente de las de la designación de una ‘organización terrorista extranjera’», apunta en un análisis sobre el tema María Calderón, del Instituto México del Wilson Center, un centro de estudios no partidario con sede en Washington.
Aunque la nueva herramienta podría ampliar la capacidad del gobierno para perseguir a aquellos que les proporcionen servicios o «apoyo material», matiza Calderón en su reporte, publicado en febrero del año pasado y titulado Mexican Cartels and the FTO debate («Los carteles mexicanos y el debate de las organizaciones terroristas extranjeras»). Algo que también señala Blazakis.
Esto podría ser castigado con multas o con penas de hasta 20 años de prisión, o incluso la cadena perpetua si hay una muerte de por medio. Aunque no está claro cómo se aplicaría, por ejemplo, a vendedores de drogas en EE UU cuyos clientes mueran por sobredosis.
«(De ocurrir) va cambiar la manera en la que los agentes estadounidenses arman sus casos contra los carteles, porque antes tenían que justificar una amenaza a un ciudadano estadounidense, mientras que ahora cualquier vínculo al grupo ya es motivo de investigación», le dice a BBC Mundo Ioan Grillo, un periodista inglés que lleva 24 años cubriendo la violencia en México.

La nueva herramienta podría ampliar la capacidad del gobierno de EE UU para perseguir a aquellos que proporcionen servicios o «apoyo material» a los carteles del narcotráfico y al Tren de Aragua. Reuters
«Mucha gente puede entrar al pliego de sospechas de los agentes, y esto tiene consecuencias quizá no deseadas, como ir detrás de gente que fabrica armas en Estados Unidos, y gente que quiere aplicar a asilo en EEUU.», añade.
Y es que la designación establece que el ingreso de cualquier extranjero que «apoye, represente, entrene o sea miembro» de una «organización terrorista extranjera» es inadmisible y que, en ciertas circunstancias, puede ser expulsado del país, una medida que también se aplicaría a su familia.
«Pero las ventajas de una potencial nueva denominación son mínimas, porque en última instancia muchas de estas medidas ya hoy se pueden tomar contra estas organizaciones», reitera Blazakis.
¿Abre la puerta a una eventual operación militar de EE UU en territorio mexicano?
Mientras Trump firmaba órdenes ejecutivas en el Despacho Oval el lunes, un periodista le preguntó si la designación de los carteles como «organizaciones terroristas» allanaba el camino para una operación militar de EE UU en México.
«Es posible. Cosas más raras se han visto», le contestó el mandatario.
«No abre en ese sentido ninguna avenida que no existiera ya», le dice Blazakis a BBC Mundo.
«No garantiza una intervención militar, pero se acerca», opina por su parte Grillo.
«Más que sentar las bases de una intervención en suelo mexicano, la implicación de esto es sobre las empresas que tienen vínculos con los carteles», señala Guadalupe Correa-Cabrera, una profesora de la Universidad George Mason, en Estados Unidos, que ha estudiado durante años las causas de la violencia en México.
«Se van a cancelar visas, se van a cancelar cuentas, pero para que haya una injerencia mayor en México tienen que pasar por muchas más instancias legales en EE UU. No basta con una orden ejecutiva», le responde la investigadora a BBC Mundo.

Sinaloa lleva sumida en una guerra total entre las dos facciones del Cartel de Sinaloa desde hace meses. Getty Images
Desde una perspectiva jurídica, la designación no facilita la incursión militar de EE UU en territorio mexicano. Sin embargo, algunos analistas apuntan a que podría servir como trampolín político hacia ello, al ayudar a construir una justificación.
«No hay nada en el lenguaje legal de una designación como «organización terrorista» que autorice cualquier tipo de acción militar», le dijo a Reuters Elisabeth Malkin, subdirectora de programas para América Latina de International Crisis Group. «Pero podría cambiar la mentalidad en Washington».
En respuesta a unas preguntas enviadas por esa misma agencia, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Brian Hughes, dijo en un comunicado que «más allá de las herramientas adicionales que esta designación proporciona al presidente Trump y su administración, envía un mensaje claro a los carteles que amenazan a los ciudadanos estadounidenses».
¿Cómo ha reaccionado México?
«Todos queremos combatir a los carteles de la droga», dejó claro la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al día siguiente de que su homólogo estadounidense firmara la orden ejecutiva.
Pero «ellos en su territorio, nosotros en nuestro territorio», subrayó, y recordó que el nuevo secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, apostó por privilegiar la cooperación.
Los partidos de oposición también cerraron filas con el oficialismo en este tema. El conservador PAN, la formación opositora mayoritaria, rechazó cualquier posibilidad de «intervencionismo extranjero».
Sin embargo, los expertos no dudan que la designación aumentará la presión para que el gobierno de Sheinbaum —que abandera el discurso de afrontar el problema mediante las ayudas sociales y la atención de la desigualdad— obtenga resultados en política antidrogas que sean medibles en los términos de la administración Trump.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha defendido con firmeza que la relación bilateral con Estados Unidos será de cooperación y nunca de subordinación. Getty Images
Y en un momento en el que las relaciones diplomáticas entre ambos países se adivinan tensas, no solo en el tema de la seguridad binacional, también en el migratorio y comercial, por las medidas relacionadas con la frontera y los aranceles a las que Trump ya dio luz verde.
«Si realmente se va a luchar contra los carteles de manera efectiva, tiene que ser un esfuerzo conjunto de los gobiernos de Estados Unidos y México, y creo que la designación del cartel envenenará las voluntades y dificultará hacerlo», subraya Blazakis.
* Con reportería desde Ciudad de México de Daniel Pardo, corresponsal de BBC Mundo en México.