El comienzo de un tercer mandato del gobernante Nicolás Maduro en Venezuela plantea interrogantes y desafíos en las relaciones con Colombia en áreas como la paz, el comercio y la diplomacia, además del tema migratorio.
Desde el inicio de las conversaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, Venezuela ha desempeñado un papel crucial como garante del proceso.
En ese sentido, señalan los analistas consultados por la Voz de América, el gobierno ve a Venezuela como un impulsor en el camino de la paz total, y advierten que sin la avenencia de Caracas, es improbable que los procesos con el ELN avancen, de ahí que el presidente Petro haya optado por mantener las relaciones con el país vecino.
“Eso puede llevar a que el presidente Petro todavía mantenga la expectativa de que pueda avanzar mucho más con el ELN, a pesar de que este grupo no ha querido, pues pareciera que está atado a una posición más fuerte frente a la que pasa allá”, comentó Carlos Arias, analista político y profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Impacto en el comercio bilateral
El comercio entre Colombia y Venezuela, países vecinos, creció un 47 % en 2024, con ingresos proyectados de más de 1.000 millones de dólares para 2025, según cifras del Ministerio de Comercio colombiano.
En ese sentido, Carlos Naranjo, analista político y económico “para Colombia la frontera es muy importante, sobre todo en departamentos como Norte de Santander. Que esté abierta es bueno para ambas naciones. Pero no olvidemos que quien cerró inicialmente la frontera fue Maduro, de tal forma que en cualquier momento puede volver a hacer lo mismo y es un riesgo para todos los comerciantes”.
Efectos en la política interna en Colombia
El vínculo entre el presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro también tiene implicaciones políticas en Colombia. La oposición ha pedido una postura más firme frente al gobierno venezolano.
En el país, una encuesta de noviembre de 2024 por la Universidad del Rosario de Bogotá y la firma Cifras y Conceptos, reveló que el 90 % de los colombianos estaba en desacuerdo que el gobierno colombiano reconociera a Nicolás Maduro como presidente.
En ese orden, el analista Arias sostuvo que pese a que Petro haya manifestado que las elecciones venezolanas no “fueron libres”, su decisión de mantener relaciones con Maduro, porque cree que “afectaría” a los colombianos y venezolanos en ambos de los lados de la frontera y que perjudicaría la economía en los más de 2.219 kilómetros de frontera que comparten, indiscutiblemente le traerá consecuencias de cara a las elecciones del 2026.
“Claramente va a impactar las elecciones en Colombia y va a impactar no solamente las elecciones presidenciales, sino las elecciones al Congreso, debido a que uno de los temas más importantes en los últimos 15 años en Colombia ha sido la paz y la clara presencia del Ejército de Liberación Nacional en territorio venezolano va claramente a impactar uno de los temas de la agenda de campaña que va a ser el tema de la paz”, comentó Arias a la VOA.
“El próximo candidato de la izquierda o de la centroizquierda colombiana tendrá que, sí o sí, alejarse de las posiciones de Gustavo Petro. Esto no es una subjetividad mía. Uno revisa todos los estudios de percepción y en todos, sin falta, todos los colombianos rechazamos a Nicolás Maduro”, agregó.
Para Óscar Chala, politólogo de la Universidad Nacional de Colombia e investigador en Fundación Paz y Reconciliación, Pares, el gobierno sabe de la presión interna para que suba el tono frente a lo que sucede en Venezuela.
Y es que más allá de lo que pueda significar esa decisión en materia electoral, el ejecutivo colombiano “va a dejar que el otro gobierno sea quien tome la decisión de reconocer al gobierno mientras Maduro” esté en el poder.
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