Sergio Ramírez es escritor y premio Cervantes. Fue vicepresidente sandinista de Nicaragua entre 1985 y 1990. Actualmente es perseguido por el sátrapa Daniel Ortega. De Hugo Chávez y Maduro dice: ”Chávez reivindicaba la izquierda desde una rara mescolanza de populismo que promete y reparte, a lo Juan Domingo Perón, y de un socialismo del siglo XXI, creación suya, que hizo nacer una nueva casta oligárquica y familiar de Rolex de oro en la muñeca y cuentas bancarias cifradas en Andorra y otros paraísos bancarios, una casta socialista que no se ha cansado de saquear la compañía estatal Petróleos de Venezuela, hasta dejarla exhausta”.
El dictador Maduro se pone sobre la frente la etiqueta de izquierda, pero eso da igual, porque lo que hace no le diferencia de las viejas dictaduras de derecha que encarcelaban, exiliaban, reprimían, clausuraban y confiscaban manu militari los medios de prensa, y se iban por el camino del fraude electoral descarado. Como ahora mismo que Maduro hace que le coloquen una banda presidencial que no es sino espuria.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, con la valentía ética que les falta a otros que colocan la ideología por delante de la defensa de los valores democráticos, afirma: ”Yo soy una persona de izquierda y desde la izquierda política les digo que el gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura y tenemos que hacer todos los esfuerzos internacionales para que se restablezca la ley, la democracia, todos los esfuerzos para que el pueblo de Venezuela tenga el derecho a decidir su propio destino. Lo demás es disimulo, ceguera complaciente, o complicidad”.
Habla claro. Como el ex presidente Pepe Mujica o los presidentes Lula, Petro y el mismo Boric que no estuvieron en la toma de posesión ni enviaron embajadores a diferencia de Corea, el Congo, Irán, Rusia, China, Cuba, Bolivia y Nicaragua, países “exquisitos” en la defensa de los derechos humanos, el respeto a la mujer y la libertad de expresión.
Pero no vayamos tan lejos. De Euzkadi, a esa fantasmagórica e ilegal toma de posesión de un robo sin disimulo alguno han ido a avalar esa cruel dictadura nada menos que 53 vascos, entre ellos, el alcalde de Ziortza-Bolibar, Andoni Lariz de Bildu y el inefable Javier Madrazo, antiguo portaestandarte de Gesto por la Paz.
Por allí han besado la mano de Maduro Arkaitz Rodríguez, Oskar Matute y en las elecciones del 28 de julio, las parlamentarias Marije Fullaondo y Diana Urrea, amén de otros tiralevitas fascinados con semejante monstruo. Como Juan Carlos Monedero, otro bufón de corte en apoyo de la crueldad de un régimen de oprobio que mantiene fuera del país y sin derecho a voto a más de 8 millones de venezolanos.
Entiendo que en el mundo de la Izquierda Abertzale, Izquierda Independentista o como quieran llamarse hay de todo, pero siguen ahí generaciones maximalistas que abominaron y abominan de los compromisos políticos propios del sistema democrático, de los flagrantes compadrazgos y que tuvieron y tienen una visión desdeñosa de las libertades democráticas a las que llaman formales, pero que aparentemente las respetan y asumen porque el fin justifica los medios y se aprovechan de ellas como lo puede hacer Putin o Erdogan.
Acabamos de comprobar con esa representación de mal sainete a una usurpación dictatorial que no tiene nada claro lo que son los universales derechos humanos y sobre todo que no se pueden trocear a gusto de cada cual como si fuera un queso de Idiazabal. ¿Libertad de expresión? Solo para denunciar la excarcelación de los presos vascos, pero no el cierre de emisoras y persecución de periodistas en Caracas. ¿Elecciones? Por supuesto, aunque estando ya en el poder, la cosa cambie, pero resteados a muerte con Maduro sin enseñar ningún acta porque también es “nuestro presidente”. ¿Reprimir, encarcelar y perseguir a quien disiente? Solo en Venezuela, Cuba y Nicaragua. En Euzkadi, la lupa. ¿Salario mínimo y pensiones equiparadas? Por supuesto, pero un maestro gana 3 dólares y un médico 15 en Venezuela. ¿Comisión de Derechos Humanos? Pero solo para analizar a los presos de ETA. ¿Judicatura como brazo del ejecutivo represor?. Aquí no, pero sí en la Tumba o en el cuartel de Maduro, por supuesto. ¿Inhabilitación de candidatos como han hecho con María Corina? En Caracas sí, porque son todos miembros de una gusanera y escuálidos de extrema derecha aunque María Corina represente a 93% de la oposición que va de la izquierda a la derecha. Hablemos claro. Bildu, a pesar de sus congresos, tiene unos principios democráticos de corte y pega, de quita y pon, de gato callejero.
Ante esta evidencia el portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Diez Antxustegi, lo señalaba: “Son curiosos los distintos estándares de ética que aplica la Izquierda Abertzale en unos y otros temas. Porque han apoyado, defendido y blanqueado una situación insostenible desde el punto de vista de los derechos humanos, de la defensa de la democracia y la libertad como es el pucherazo perpetrado por Maduro y su régimen. Un régimen que no ha enseñado las actas, ha reprimido a la oposición…”.
No niego que en este mundo tan piramidal y cerrado Maduro les parezca un ser aborrecible, un criminal, un ladrón de elecciones, sí, pero ¿por qué callan y no son tan claros como un militante de izquierda como Boric o Sergio Ramírez? ¿No cogería poso y peso democrático una IA valiente y señaladora de todas las satrapías? ¿Dónde queda su discurso ético?
Tres clarificaciones
Eretza me decía: «Es claro para algunos la extrema izquierda es igual a extrema antidemocracia«. Tan simple como eso. Mientras no alcanzan el poder, son los máximos reclamadores de derechos, libertades y voluntad de participación. Cuando lo alcanzan, y no hay excepciones en la historia, siempre es lo mismo: totalitarismo y represión. De la buena. Lo de Venezuela es un robo electoral de dimensiones amazónicas, perpetrado sin pudor, a la vista del mundo mundial. Eso sí, ellos son “el pueblo”, aunque obtengan (después de 8 millones de exiliados) 30% de los votos, y los demás son la “oligarquía, la burguesía, los vendidos al imperialismo, los traidores a la patria”, aunque obtengan 70%.
En esos mismos términos planteaba su visión Euskadi Ta Askatasuna, que nos regaló unos mensajes propios de Pol Pot. Ahora parece que han evolucionado: de Pol Pot al Partido Comunista de Cuba. Con ellos quiere Sortu, nos dice su web, “que nuestros respectivos pueblos continúen dibujando juntos la cartografía de un mundo libre de toda opresión, explotación y dominación”. Supongo que, para Sortu, en Venezuela se está dibujando un mundo libre de toda opresión, explotación y dominación. Una pena que la inmensa mayoría de los venezolanos todavía no se hayan dado cuenta de lo liberados que van a estar. Ya tendrán tiempo de enterarse. La cartografía es así. Y aquí muchos incautos riéndoles las gracias a los que firman acuerdos con el PCC. Penagarria.
Xabier Intza no dejaba de lamentarse: para Bildu hay que mantener los paraísos comunistas como sea. Eso si, renunciar a la libertad, a la autocaravana y a la comilona en el txoko ya no. Eso para los cubanitos y los venezolanos ajenos al gorilato. Que hay que pasar un poco hambre o buscarse la vida para ciertos medicamentos si no eres de la camarilla…..pues te jodes, aprietas los dientes y aguantas por la dignidad de la revolución. Que nosotros ya aguantamos aquí bajo la opresión capitalista, camarada… Ya lo dijo su trovador favorito: desde un mantel importado y un vino añejado se lucha muy bien…
Y Maite Bilbao: ¿más de 50 personas de la IA se han desplazado allí para presenciar ese bodrio? Ver para creer. Un personaje histriónico, gritando su juramento y rodeado de personas muy condecoradas (algunos sólo les faltaba la medalla de San Expedito). Exagerado el tono, exagerada la banda que le cruzaba el pecho, todo, que pena. Me uno a la petición de saber algo sobre el paradero de José María Basoa y Andrés Martínez, los dos vascos secuestrados por Maduro, ¿qué pasa con ellos?”. Pues que están encarcelados sin acusación y sin defensa y aquí no nos han montado una plataforma como hicieron con el espía ruso Pablo González. Es lo habitual. Si es de los míos, es un mártir, y ya se ocupará EITB de jalearlo, si es un ciudadano normal, no existe.
Un feminismo tuerto
Asimismo, otra de las características de la actual Bildu, en proceso teórico de renovación, y a pesar de sus proclamas y que nos digan que en su Mesa Nacional habrá más mujeres que hombres, es un feminismo tuerto. Solo tienen ojo para denunciar abusos contra la mujer, pero si el asunto es político, no general, solo de sus mujeres. No de todas las mujeres. No he visto una sola denuncia contra las barbaridades que hace el régimen de Irán a cargo de la llamada Policía Moral contra las mujeres que no llevan velo y las encarcelan y matan. O en el caso de Venezuela, en favor de las madres que han de ir a cárceles a 500 kilómetros de Caracas para estar días fuera de las cárceles pidiendo la salida de sus hijos adolescentes encarcelados por el solo delito de manifestarse contra el robo electoral.
¿Alguien ha leído o visto algún repudio de Nerea Kortajarena o de Maddalen Iriarte por la persecución a María Corina Machado, una mujer bandera que desafía diariamente una dictadura machista y perseguidora de cualquier derecho de la mujer? Francisco Santos lo decía: “Lo que ha hecho María Corina Machado en Venezuela, lo que ella ha liderado contra la dictadura mafiosa, misógina y bárbara de Nicolás Maduro, lo que representa como mujer y como líder, nunca lo había visto y mucho menos vivido con tanta cercanía. Esa imagen de ella encima de un vehículo sola, sin un escolta, rodeada de miles de ciudadanos que la miraban con esperanza e ilusión, pero a la vez perseguida por los matones de la mafia de Nicolás Maduro, me hizo llorar. Estaba viendo un hecho histórico que se congelaba en una imagen para la historia como la que conocemos de las películas y monumentos de los soldados estadounidenses colocando la bandera en Okinawa o la del hombre enfrentado a un tanque en la plaza de Tianamen. Es muy difícil que en este mundo egoísta podamos vivir un momento de tanta generosidad y desprendimiento como éste. El riesgo que luego se concretó cuando fue secuestrada no le importó. Solo le importaba y le importa la libertad de Venezuela”. Así lo ha dicho, su lucha es por los otros, no por ella y por eso no duda en poner en riesgo su vida. «Hoy el bravo pueblo demostró cómo se vence el miedo. Nunca me he sentido tan orgullosa de ser venezolana».
Pues sí. Pero a pesar de haber sido inhabilitada por Maduro porque sabía la capacidad de arrastre de esta heroína, ahí sigue alentando y animando y confiando en la cuenta atrás de un régimen sustentado en las bayonetas, en ser una colonia de Cuba, el Congo, Irán, Turquía, Nicaragua, Rusia, China, Bolivia, Javier Madrazo y Bildu, sus mujeres incluidas.
En democracia todas las libertades son solidarias, menos para Bildu. Solo las suyas.