El presidente ecuatoriano Daniel Noboa convocó el lunes a los países latinoamericanos a comprometerse en un trabajo conjunto y coordinado para enfrentar al poder del crimen organizado transnacional, y advirtió que es necesario organizarse al máximo nivel estatal para generar una respuesta coordinada para cortar la financiación ilícita y desmantelar tales grupos.
En la inauguración de la Cumbre Latinoamericana de Seguridad, que se realiza en Guayaquil —puerto principal ecuatoriano— hasta el martes, destacó que uno de los efectos negativos de la globalización ha sido “la globalización del crimen, porque ahora las estructuras … ocupan regiones enteras, con cadenas logísticas inclusive intercontinentales” que utilizan a los sectores más vulnerables de la sociedad y corrompen a estructuras del estado.
Noboa severó que la guerra contra el crimen transnacional “solo es efectiva si la combatimos con la cooperación de cada una de las naciones” al tiempo de señalar que hay un falso dilema” entre la defensa de los derechos humanos y el combate al crimen organizado, a pesar de que en mayo, la organización Human Rights Watch denunció violaciones a los derechos humanos tras la declaratoria de conflicto armado interno, hecha por noboa en enero pasado.
A la reunión asisten representantes de 17 países, y de organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina, Corporación Andina de Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Ecuador se ha convertido en epicentro de una incontenible espiral de violencia generada por organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico, con nexos con carteles de Colombia y México, y minería ilegal, entre otros delitos, que el año pasado dejó casi 7.600 muertes violentas a nivel nacional.
El gobierno ecuatoriano declaró en enero un conflicto armado interno para enfrentar al crimen organizado, que generó cuestionamientos por parte de organismos de derechos humanos y abogados que dudaban de que existiesen las condiciones necesarias para tomar tal decisión. Sin embargo, tras la declaratoria, policía y fuerzas armadas han actuado en las calles y en las cárceles, convertidas en centros de mando de bandas criminales, de acuerdo con las autoridades.
Poco antes de la declaratoria, un poderoso narcotraficante, Adolfo Macías, alias Fito, y un jefe regional del crimen organizado, Fabricio Colón Pico, fugaron de cárceles de las ciudades de Guayaquil y de Riobamba, ambas bajo control de funcionarios nombrados durante el gobierno de Noboa. El primero, Macías, no ha podido ser recapturado y el segundo fue detenido y regresado a prisión.
Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, afirmó que este foro “da la oportunidad de unir fuerzas para enfrentar un problema tan relevante como es crimen y la violencia en la región”, a los que describió como un obstáculo para el desarrollo y el crecimiento que, además, debilitan el estado de derecho y “cuesta un 3,5% del producto interno bruto regional”.
“Es un desafío diferente porque es un crimen más organizado, más sofisticado, más interconectado que no respeta fronteras”, añadió.
Noboa agregó que “tenemos claro que la falta de oportunidades es aprovechada por el crimen organizado para reclutar a jóvenes y niños que han perdido la esperanza de tener un futuro digno”.
Noboa ganó las elecciones en 2023, tras la abrupta finalización anticipada del mandato de Guillermo Lasso y fue posesionado en noviembre para un período que terminará en mayo de 2025, aunque ya ha anticipado sus intenciones de participar en las elecciones presidenciales de febrero de 2025. En lo que va de su gobierno, Noboa ha anunciado la existencia del Plan Fénix para la seguridad interna pero hasta la fecha su gobierno no ha dado ningún detalles sobre la estrategia, los plazos o los resultados de dicho plan.
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