La mitad de la población española sufre dolores de cabeza de forma recurrente, pudiendo llegar a ser, en ocasiones, un dolor diario y una auténtica pesadilla. Dentro de los dolores de cabeza se incluyen la cefalea tensional, las migrañas o jaquecas, así como neuralgias como la del trigémino o de Arnold, entre otras.
En la mayoría de los casos son dolores promarios, pero en algunos casos el dolor es secundario a otra patología como hipertensión, malformaciones vasculares, hemorragias intracraneales, traumatismos, tumores cerebrales o infecciones. Por ello siempre son necesarias una historia clínica y evaluación neurológica completas, y en ocasiones también un estudio vascular (ecografías, doppler) y/o prueba de imagen (resonancia, tac craneal-cervical).
Lucía Vidorreta Ballesteros, coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Quirónsalud San José, explica: «Lo importante es saber que en la mayoría de los casos, con conocimiento adecuado sobre cada tipo de dolor, junto con un abordaje holístico e integral de cada caso y atención cercana, se puede conseguir vivir sin dolor de cabeza», afirma.
Alimentos que favorecen el dolor
Para algunos pacientes pueden existir ciertos alimentos o compuestos que favorezcan la aparición del dolor. Expertos de Asisa explican algunos de ellos:
La cafeína, dependiendo de las dosis y la frecuencia con la que la consumamos, puede ser positiva o negativa para las migrañas. El café en pequeñas cantidades puede evitar el dolor de cabeza ya que tiene efectos analgésicos.
Productos con glutamato monosódico
Los productos con glutamato monosódico (GMS) aparecen en una gran variedad de productos procesados como congelados, conservas, sopas de sobre, snacks, aderezos, sazonadores, salsas, etc.
Las aminas biógenas son compuestos sintetizados a partir de la descarboxilación de aminoácidos libres. Dentro de este grupo se incluyen la histamina, la tiramina y la feniletilamina. Aparecen de forma natural en los alimentos como el pescado azul y productos fermentados como quesos, el vino o la cerveza pero también pueden ser producidas por bacterias como consecuencia de los procesos de fermentación.
Tiramina: se encuentra en chocolate, lácteos y alcohol
Histamina: algunos pescados, quesos, carnes procesadas, frutas (como las fresas, los cítricos, los higos o el aguacate, el tomate, cebolla, alimentos fermentados y las bebidas alcohólicas (vino tinto)
Feniletilamina: se encuentra en alimentos de origen animal, el vino y el chocolate (cacao)
Nitratos, que se encuentran en carnes como el tocino, salchichas o el embutido.
Las mezclas de féculas son difíciles de digerir, por lo que puede producirnos incómodas cefaleas. Esta sustancia se encuentra en el pan, la bollería, pasta, arroz o patatas.
El alcohol contiene tiraminas que pueden causarnos migrañas, mareos y desorientación.
Plátanos y cítricos, puesto que están compuestos de tiramina e histamina que son las principales causantes de dolor de cabeza.
Frutos secos, aunque estos alimentos estén llenos de propiedades, no son adecuados cuando sufrimos de jaquecas, ya que contienen una sustancia llamada sulfito, que potencia los dolores y malestares.
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