«Tristemente, Estados Unidos se ubica por detrás de otros países democráticos en participación», señaló en una entrevista con BBC Mundo en 2018.
«La razón de eso es que muchos electores dicen que el martes es un día muy inconveniente para ir a votar porque tienen trabajo y si cambiáramos las votaciones para el fin de semana, veríamos un aumento en la participación ciudadana. Lamentablemente, la ley no llegó a ninguna parte», afirmó.
La suya no ha sido la única iniciativa en este sentido. De hecho, existe una ONG llamada «¿Por qué el martes?» (Why Tuesday?) que se dedica también a promover el cambio del día de las votaciones para el fin de semana.
Según un estudio de 2017 del Centro de Investigaciones Pew, la inconveniencia de acudir a votar por cuenta de los horarios de trabajo fue la principal causa de abstención en las elecciones hasta ese momento.
Tanto que el humorista afroestadounidense Chris Rock se aventuró a dar una respuesta a la pregunta de por qué los estadounidenses votaban un martes:
«No quieren que votes. Si quisieran, no haríamos las elecciones un martes. En noviembre. ¿Alguna vez has hecho una fiesta un martes? No. Porque nadie vendría», dijo en una presentación en el Madison Square Garden, en 2008.
Antes de 2020 y la pandemia, esta tendencia favorecía de alguna manera al partido Republicano.
“Es más fácil para las personas con más tiempo y recursos votar el martes. La mayor desigualdad a la hora de votar no se da entre los partidos políticos sino entre la población interesada en la política”, le explica a BBC Mundo Daniel R. Birdsong, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Dayton.
Aunque el chiste de Rock tenía mucho sentido antes de 2020, donde cerca de 25% del electorado señalaba que no votaba debido a que no podía tomarse tiempo libre de su trabajo para ir a un centro de votación, las cosas cambiaron con la pandemia del covid-19.
Como consecuencia de las restricciones de movilidad, se dispusieron distintas medidas para facilitar el voto, especialmente con el impulso que se dio al voto por correo o las jornadas de voto anticipado en algunos estados.
De hecho, desde 2020 se aprobaron 62 leyes en cerca de 25 estados de EE.UU. que ayudaron a facilitar la participación electoral ciudadana.
Y en diez de esos estados – entre ellos Hawái, California, Illinois, Maryland, Nuevo México, Nevada y Vermont-, se aprobaron leyes que crearon más lugares para depositar el voto por correo o centros de votación.
Entre otras razones, esas medidas llevaron a que las elecciones de 2020 y las legislativas de 2022 fueran las de mayor participación en décadas.
Para Birdsong, esas medidas también hicieron que la asistencia en el día electoral dejara de favorecer enteramente a un partido u a otro.
“Las campañas republicanas han sido lentas en este sentido y en 2020 la derecha desalentó la votación anticipada o por correo”, agrega.
De hecho, durante esa campaña Donald Trump atacó duramente el método de voto por correo diciendo que era fraudulento y, tras su derrota electoral, lo responsabilizó -sin aportar pruebas- por los resultados adversos que obtuvo.
De cara a las votaciones de 2024, los republicanos han cambiado de estrategia y han alentado el voto por correo.
Lara Trump, nuera del exmandatario y actual jefa del Partido Republicano, justificó el cambio: «En este ciclo electoral, los republicanos vencerán a los demócratas en su propio juego, aprovechando todas las tácticas legales a nuestra disposición con base en las reglas de cada estado”.
En todo caso, para los expertos, el problema no radica en si se vota el martes o durante un fin semana, sino en otro aspecto más importante: las restricciones que algunos estados están poniendo a la gente para que vote.
De acuerdo con el Centro Brennan para la Justicia, desde la pandemia, 19 estados de EE.UU. aprobaron leyes que restringen el derecho a votar o limitan el acceso a los comicios.
Entre ellos se encuentra Texas, que impuso la exigencia de dar el número de seguridad social o de la licencia de conducir para poder ejercer el voto por correo, lo que hace que las personas que no cuentan con esos documentos, como los más jóvenes, no puedan acceder al voto.
“Creo que no se trata del día. Si me preguntas si se debe cambiar el martes para un día del fin de semana, mi respuesta es no. Porque importa poco el día si igualmente existen decenas de restricciones que limitan el acceso a votar”, explica el académico Birdsong.
“Lo que hay que ampliar es este sistema de voto anticipado y el voto por correo que de verdad facilita el acceso de los ciudadanos y de esa manera se pueda hablar de una democracia participativa”.