Ese mismo año se aprobó en el país una ley de feriados que cambiaría el nombre a varias fechas católicas: el 6 de enero pasó a ser Día de los Niños en vez de Reyes, el 25 de diciembre se volvió el Día de la Familia en lugar de Navidad y Semana de Turismo sustituyó a la Semana Santa.
Hubo además una propuesta de separar en el calendario esta semana de la que celebran los cristianos entre el domingo de Ramos y la Pascua, algo que se descartó por la importancia que comenzaba a adquirir el turismo proveniente de Argentina en Uruguay, apunta Maronna.
Pero subraya que el mero cambio de denominación en ese contexto “marca que el Estado toma una postura y dice que no es republicano asumir el nombre de una religión, de un culto”.
“Y eso me parece muy importante”, añade.
Aquellos cambios parecen haber dejado una impronta duradera en la sociedad uruguaya que hoy tiene 3,4 millones de personas.
Uruguay es el país de América Latina con el mayor porcentaje de población que declara “ninguna” cuando le preguntan acerca de su religión: 47%, según la encuesta de Latinobarómetro realizada en 2023 en 17 naciones de la región.
En ese renglón sigue Chile, con 29%.
Si a esos que se definen sin religión se suman ateos y agnósticos, prácticamente la mitad de los uruguayos son arreligiosos (49%), más del doble que al inicio de este siglo, mientras la proporción de cristianos se desplomó más de 20 puntos.
En las últimas décadas Uruguay adoptó nuevas leyes contrarias a las posturas de la Iglesia católica, como la que despenalizó el aborto en las primeras 12 semanas de gestación en 2012 o la que habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2013.

El arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, dice que la denominación de la Semana de Turismo es “un tema saldado” en Uruguay. AFP
Muchos vieron también la tradicional matriz liberal uruguaya reflejada en la ley de 2013 que reguló la producción, venta y consumo de marihuana en el país, antes que cualquier otro en el mundo.
Cada tanto han resurgido en Uruguay nuevas discusiones sobre el espacio que corresponde a expresiones o símbolos religiosos en espacios públicos.
En Montevideo se mantuvo hasta hoy, luego de un fuerte debate político, una gran cruz instalada para recibir al papa Juan Pablo II en 1987.
Pero tres décadas más tarde y también en medio de una gran polémica, el órgano parlamentario de Montevideo rechazó en 2017 la instalación de una estatua de la Virgen María en la popular rambla costera de la capital, por entender que comprometía la neutralidad del Estado.
Si bien la Navidad siguió llamándose popularmente como tal en Uruguay pese a la ley de feriados, la denominación de Semana de Turismo es usada a rigor por el Estado y en la práctica por buena parte de la población.
Autor de un libro titulado “¿Santa o de Turismo? Calendario y secularización en Uruguay”, el cardenal acepta que este es hoy “un tema saldado” en Uruguay.
“La Iglesia asume la realidad de ser una presencia que no tiene apoyos oficiales, que no tiene un carácter mayoritario”, dice.
“Pero al mismo tiempo es una presencia que forjó este país, que tiene su peso y que en la medida en que haya comunidades cristianas que vivan la fe con alegría y entusiasmo aun siendo una minoría, va a tener su valor y su peso, sin que eso signifique que se vuelva atrás en leyes como estas”.
*Este artículo fue publicado originalmente en 2024 y actualizado con motivo de la Semana Santa (o de Turismo) 2025.