En Perú, el Día de la Madre tiene como objetivo rendir homenaje a esas mujeres excepcionales y preciosas que dedican su vida a sus hijos de manera desinteresada.
Es una ocasión ideal para compartir momentos especiales con ellas, demostrarles nuestro cariño con gestos como abrazos, besos e incluso sorprenderlas con regalos hermosos.
Este día tan significativo se celebra el segundo domingo de mayo de cada año, con el próximo 12 de mayo marcado como la fecha de esta especial celebración.
- Querida madre, tu presencia dulce pervive en mi ser, siempre presente en mi alma. Agradezco tu amor eterno, por cuidarme y protegerme sin cesar.
- Tú eres mi sol, iluminando mi sendero, la fresca brisa que me alienta, el abrazo reconfortante que me acoge. En ti, madre, encuentro todo: mi vida, mi todo.
- En la luz de tus ojos encuentro claridad, en tu sonrisa halla mi ser la paz, en tus manos percibo el amor más puro. Eres mi tesoro más preciado, madre amada.
- Desde el instante en que te vi, supe que eras la más hermosa criatura en mi mundo. Te agradezco por enseñarme a andar, por ser mi constante guía y sostén.
- Tus besos sanan como la medicina más efectiva, tus abrazos calman como el mejor bálsamo, tu cariño nutre mi alma. Madre, gracias por ser mi todo.
- Como un ángel enviado por Dios, como una estrella que brilla en mi noche oscura, como una mano amiga que nunca desfallece. Tú eres mi madre, mi amor, mi universo entero.
- En tus brazos, la tranquilidad se posa, en tus ojos, el amor se refleja, en tu corazón, mi hogar se encuentra. Madre, gracias por ser mi luz constante.
- Eres la flor más hermosa en el jardín de mi vida, la luz que guía mis pasos, la fuente inagotable de amor y ternura. Gracias, madre, por ser mi todo.
- Tu amor es como un rayo de sol, iluminando mi sendero y trayéndome alegría. Gracias por ser mi madre, mi confidente, por siempre acompañarme con tu amor eterno.
- Bondad resplandece en tus ojos, paz habita en tu sonrisa, verdad emana de tu amor. Gracias, madre querida, por todo lo que me das.
- Tú eres mi ejemplo a seguir, mi fuente de amor y sabiduría sin fin. Te agradezco por ser mi madre, mi protectora constante, por cuidarme siempre con dulzura.
- Querida madre, tú lo eres todo para mí, la luz que ilumina mi vida entera. Agradezco tu amistad fiel, tu constante presencia y tu amor sin límites.
- Seguridad encuentro en tus brazos, amor veo en tus ojos. Eres mi madre, mi protectora eterna. Gracias por tu apoyo incondicional.
- Tú eres la luz que guía mi camino, la estrella que brilla en mi noche. Gracias por ser mi madre, mi fiel amiga, por todo lo que haces por mí.
- Madre, eres mi fortaleza, mi apoyo, la roca en la que me sustento. Gracias por ser mi guía, mi compañera eterna.
- En tu corazón late el amor, en tus palabras reside la sabiduría. Eres mi madre, mi vida entera. Gracias por ser es luz cuando todo es tinieblas.
- Como lluvia refrescas mi alma, como sol me das calor, como brisa me empujas hacia adelante. Madre querida, muchas gracias por ese amor eterno.
- Paz encuentro en tus abrazos, cariño en tus besos. Eres mi madre, mi confidente eterna. Gracias por estar siempre a mi lado.
- Tú eres el ángel que Dios me dio, la luz que ilumina mi sendero, la fuente inagotable de amor y ternura. Madre, gracias por ser mi todo en esta vida.
- Madre, eres la fuerza que da vida a mi ser, el impulso que me empuja hacia adelante. Agradezco el regalo de la vida y tu constante amistad, por cada gesto y sacrificio, te expreso mi profundo agradecimiento.
Enseñarás
Enseñarás a volar… pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar… pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir… pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar… pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar… pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen…
¡Estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido!
Madre Teresa de Calcuta
A mi madre
¡Oh, cuan lejos están aquellos días en que cantando alegre y placentera,
jugando con mi negra cabellera,
en tu blando regazo me dormías!
¡Con que grato embeleso recogías la balbuciente frase pasajera que,
por ser de mis labios la primera,
con maternal orgullo repetías!
Hoy que de la vejez en el quebranto,
mi barba se desata en blanco armiño,
y contemplo la vida sin encanto,
al recordar tu celestial cariño,
de mis cansados ojos brota el llanto,
porque, pensando en ti, me siento niño.
Un golpe di con temblorosa mano sobre su tumba venerada y triste;
y nadie respondió…
Llamé en vano porque ¡la madre de mi amor no existe!
Volví a llamar, y del imperio frío se alzó una voz que dijo:
¡Si existe! Las madres, nunca mueren…
Hijo mío desde la tumba te vigilo triste…
¡Las madres, nunca mueren!
Si dejan la envoltura terrenal, suben a Dios, en espiral de nubes…
¡La madre, es inmortal!
Madre, llévame a la cama
Madre, llévame a la cama.
Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.
Ven, hijo, Dios te bendiga y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquél.
Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos contigo lo recordé.
¿Qué dice el cantar, mi madre, qué dice el cantar aquél?
No dice, hijo mío, reza, reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño que nada dicen sin él.
¿Estás aquí, madre mía?
Porque no te logro ver….
Estoy aquí, con tu sueño;
duerme, hijo mío, con fe.
Miguel de Unamuno – Poema para mamá
Madrecita mía
Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo;
deja revolverlo
sobre tu regazo.
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos
tenme suspendido.
Madrecita mía,
todito mi mundo,
déjame decirte
los cariños sumos.
Gabriela Mistral
Madre
Me preguntaba qué es la madre.
Junta el perfume de todas las flores;
y el arrullo de todas las olas;
la firmeza de todas las montañas;
y la inquietud de todos los ríos;
la frescura de todos los valles;
y la mirada de todas las estrellas;
la caricia de todas las brisas;
y el beso de todos los labios.
Todo guardado por Dios en un corazón de mujer.
Eso es la madre.
Julia Romero Losada
En el Día de la Madre, muchas personas buscan formas especiales de expresar su amor y gratitud hacia esas figuras maternas que han marcado sus vidas. Los poemas se convierten en un vehículo perfecto para transmitir sentimientos profundos, combinando la belleza del lenguaje con la sinceridad del corazón.
La poesía, en su esencia, captura momentos, emociones y pensamientos de una manera que trasciende lo cotidiano. Al escribir o seleccionar un poema para el Día de la madre, es fundamental considerar las experiencias compartidas, los recuerdos especiales y el agradecimiento hacia todo lo que las madres hacen. Estos poemas no solo celebran el amor maternal, sino que también reconocen los sacrificios, la fuerza y la dedicación que implica la maternidad.
Un buen poema para este día podría empezar reconociendo esos momentos de amor incondicional y apoyo constante. Puede hablar de las enseñanzas transmitidas, de los consejos dados en momentos cruciales y del consuelo que solo una madre puede ofrecer. También es importante destacar la admiración por su fortaleza y sabiduría, reconociendo su papel insustituible en la vida de sus hijos.
Además de los aspectos emocionales, un poema puede capturar las pequeñas idiosincrasias que hacen única a cada madre: desde su risa contagiosa hasta su forma especial de contar historias o preparar un plato especial. Estos detalles personales añaden profundidad al poema, transformándolo en un regalo verdaderamente personal y significativo.
Al final, lo más importante es que el poema provenga del corazón. No es necesario que sea perfecto en forma o estilo, sino que refleje sinceramente el amor y aprecio hacia la madre. Un poema por el día de la madre es un tributo a esa conexión irrompible y profunda, una expresión de gratitud que perdura en el tiempo.