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El Poder Judicial chileno suspendió este jueves la compra de lujosos autos marca Lexus que serían destinados a los ministros de la Corte Suprema y al fiscal judicial, anuncio que generó gran controversia en la opinión pública del país suramericano por su alto costo, polémica en la que se pronunció el Gobierno.
En total, la flota que pretendía el Poder Judicial estaba compuesta de 22 vehículos modelo ES300h, con un precio de 60.000 dólares cada uno y que debían reemplazar a los actuales Toyota Camry del 2014 utilizados por los magistrados del máximo tribunal.
“Nos parece poco oportuno que se gasten más de 1.200 millones de pesos (1,3 millones de dólares) en 22 autos, hecho que es contrario al carácter austero de la judicatura”, señaló la propia Asociación de Funcionarias y Funcionarios Judiciales (OTJ) a través de un comunicado.
“Es por ello que esta Asociación rechaza esta adquisición y viene en recordar que los servidores públicos deben extremar el cuidado de los recursos destinados para cumplir los fines institucionales, cuidando en todo momento de no dilapidar los fondos destinados a la administración de Justicia”, subrayó la organización.
Entre un coro de críticas a la compra del Poder Judicial, que fue aprobada entonces por 10 votos a favor y dos en contra en una sesión del pleno del tribunal -en la que participaron 12 de 21 jueces-, la polémica generó incluso la reacción indirecta de La Moneda.
Durante la entrega de una nueva flota de vehículos para Gendarmería, el mandatario chileno, Gabriel Boric, enfatizó en que es necesario que las fuerzas de orden y seguridad “puedan contar con los recursos necesarios para llevar adelante su misión de la mejor manera, de manera austera pero segura, más bien austera y segura”.
A estas declaraciones, que apuntaban indirectamente a la decisión de la Corte Suprema, se sumaron ministros como la titular de Interior, Carolina Tohá, y el jefe de la cartera de Hacienda, Mario Marcel.
De igual forma, otras autoridades y exministros aprovecharon el momento para recomendar el uso de autos eléctricos y de mayor eficiencia, en lugar de automóviles de lujo como la derivada de la japonesa Toyota.
EFE