El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el martes que el ataque a la base militar de Puerto Jordán, en Arauca, por parte del Ejército de Liberación Nacional ELN, es una acción que cierra el proceso de paz de su gobierno con el grupo guerrillero.
«Hoy nos traen un hecho dramático, repetido en nuestros últimos años, una volqueta cargada de explosivos que hiere 27 jóvenes y mata a dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN, con quien estábamos conversando de paz», indicó Petro durante la posesión de la magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, Claudia Expósito.
«Como sucedió aquella vez en otro sitio aquí cerca, en la escuela de la Policía, donde murieron muchísimos agentes de Policía, alféreces, que estaban estudiando allí, pues prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz”, agregó el mandatario.
Unos 25 soldados resultaron heridos y dos murieron este martes, tras el ataque con explosivos contra una unidad del Ejército en el este de Colombia.
Las Fuerzas Militares indicaron que el hecho presuntamente fue cometido por el ELN, que atacó con cilindros que habrían sido lanzados desde un vehículo de transporte de carga.
En Arauca, departamento fronterizo con Venezuela y el cual ha sido blanco del conflicto armado, hay presencia del ELN y de disidentes de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“ELN utilizó artefactos explosivos improvisados de forma indiscriminada, a tan solo 900 metros de una escuela con más de 300 menores”, señaló la institución militar colombiana.
El almirante Francisco Cubides Granados, comandante de las Fuerzas Militares, indicó que no tienen «duda» que el ELN fue el autor del hecho y que esta acción «está buscando de alguna forma llamar la atención para que el gobierno acceda a sus pretensiones en el marco de la mesa de paz”.
Por su parte, el Ministerio de Defensa dijo desde su cuenta en la red social X que “la Fuerza Pública actuará con firmeza y contundencia para restablecer la seguridad y estabilidad en esta región del país”.
El gobierno colombiano inició un proceso de paz con esta guerrilla, en noviembre de 2022, pero en marzo de este año, la mesa de negociación entró en crisis, debido a que la administración de Gustavo Petro accedió a mantener una negociación paralela con una disidencia de esa guerrilla: el Frente Comuneros del Sur en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
Era el grupo con el que el actual gobierno había logrado un mayores avances, a pesar de diversas crisis presentadas durante seis ciclos de negociación.
Sin embargo, ha sido protagonista de acciones que han puesto en duda que su mensaje de paz sea sincero, como los secuestros, a los que retornaron recientemente.
El presidente Petro le ha apostado a su plan de «Paz Total», una política ambiciosa de su gobierno que se basa en negociar con tantos grupos armados como sea posible con el objetivo de poner fin a los conflictos armados que sacuden Colombia desde hace décadas.
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