Gustavo Petro. Foto: Presidencia de Colombia
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró este domingo que la violencia que afecta al departamento del Cauca, en el que en las últimas horas fueron asesinados seis indígenas y un alcalde, es un intento de los grupos armados por tomar el control de las comunidades.
“La violencia en el Cauca es el efecto de un intento de las organizaciones armadas por tomar el control de las comunidades y las organizaciones populares. Aprovechan la conflictividad interétnica y el poder de la economía ilícita”, escribió el jefe de Estado en su cuenta de X.
Petro le hizo un llamado al movimiento popular al señalar que “debe oponerse al intento de control ejercido sobre la base del miedo y de la muerte. El Estado está al servicio de su paz y su bienestar”.
Finalmente, dijo que en 2024 el Gobierno estará con la movilización popular en contra de la violencia y con el proceso de sustituir economías ilícitas por lícitas. “En el Cauca debe surgir el poder popular por la paz”.
La escalada de violencia que afecta al Cauca se acentuó en las últimas horas. El viernes en la madrugada hubo una masacre en un cabildo indígena y en la tarde fue asesinado el alcalde de Guachené, Élmer Abonía Rodríguez.
Además, la madrugada de este domingo en la localidad de Pescador fue asesinado Eliécer Puyo Chocué, miembro de la Guardia indígena.
Ayer, al término de un consejo de seguridad convocado por el presidente Petro, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, responsabilizó a la columna ‘Dagoberto Ramos’, del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC con las que tiene diálogos de paz, de la masacre de cinco indígenas.
En ese consejo de seguridad se analizó la violencia que afecta a esta parte del país, aunque el ministro Velásquez no se refirió al asesinato del alcalde Abonía Rodríguez, ocurrido el viernes en el caserío de Pavito.
La violencia e inseguridad ha ocasionado una lluvia de críticas al presidente Petro a quien le piden medidas concretas que permitan hacer realidad su programa bandera, la “paz total”.
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó esta semana que entre enero y noviembre de este año recibió 214 denuncias de asesinatos de personas defensoras de derechos humanos, de las cuales verificó 69.
Entre tanto, la Defensoría del Pueblo de Colombia informó que entre enero y noviembre fueron asesinados 163 líderes sociales y defensores de derechos humanos, 30 de ellos en el Cauca.
EFE