A primera vista, el viaje de Nicolás Maduro a Kazán, en Rusia, donde se lleva a cabo la cumbre de los Brics, parece un fracaso para el líder chavista.
El líder chavista no logró su objetivo de ingresar al grupo de las economías emergentes -que componen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– y que por estos días se reúnen en esa ciudad rusa.
La principal oposición la encontró con su vecino Brasil, país que insiste en que el mandatario venezolano y las instituciones muestren las actas electorales que avalan su supuesta victoria en las presidenciales del pasado 28 de julio.
Maduro tuvo que ir él mismo a Rusia a hacer las labores de lobby, a pesar de que días antes su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y el canciller, Yván Gil, ya se encontraban adelantando gestiones en el lugar. El único ingreso que el país logró fue a TV Brics, la televisión de esta alianza.
“No vemos ninguna ventaja”, declaró en entrevista a CNN sobre la entrada de Caracas a los Brics el asesor de Lula Da Silva, Celso Amorim, quien además ha sido firme en reclamarle a Maduro que muestre las pruebas de su victoria electoral.
Aún así, Maduro ha calificado de «histórica» su visita. “Nuestra presencia es un avance significativo para la geopolítica global”, dijo el mandatario venezolano este martes al llegar a Kazán, en un viaje no anunciado.
El encuentro entre Nicolás Maduro y Vladimir Putin
Pero al margen de la cumbre, Maduro sostuvo una reunión con su aliado Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Desde el 2019, no se daba un encuentro entre ambos. Ese año, el cara a cara se dio justo después de una crisis profunda que debilitó al gobierno de Maduro en medio del reconocimiento de más de 60 países a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
En ese momento, el presidente ruso reiteró sus lazos de amistad con Caracas, lo cual repitió de nuevo este miércoles justo cuando Maduro se enfrenta a un posible desconocimiento de la comunidad internacional -nuevamente como en 2019- a partir del 10 de enero, fecha en la que se inicia el nuevo periodo presidencial por mandato constitucional en Venezuela.
Para el politólogo Daniel Arias, esta visita a Rusia también tenía otro objetivo: obtener algunas fotos con parte de los 34 mandatarios participantes de la cumbre y así “obtener una matriz de opinión que genere un reconocimiento internacional”.
“En este sentido también está buscando (Maduro) crear la sensación de que Venezuela ya está dentro del Brics a pesar de que está muy claro de que no se va a admitir la inscripción de nuevos países. Incluso, Brasil ha dicho que quiere filtrar los mecanismos de entrada para evitar se convierta en un nuevo G77”, detalla Arias.
Para el politólogo, es importante mirar la postura del gobierno de Lula Da Silva, la cual ha calificado de “audaz”, debido a que la incorporación de Venezuela podría generar un enfrentamiento con el G7 y con decenas de países de América y Europa por el desconocimiento que ya expresaron sobre los resultados de las elecciones del 28 de julio.
La vicepresidenta Rodríguez, a través de un mensaje en sus redes sociales, agradeció a Putin «su apoyo incondicional al ingreso de Venezuela al grupo Brics. Nuestro país tiene profunda doctrina histórica cuyos valores, heredados de Bolívar, coinciden con los principios que inspiran este bloque para la construcción de un mundo pluripolar, libre de hegemonismos».
Rodríguez también insistió en que las «inmensas reservas de energía» de su país darían un aporte a la coalición.
Fotos necesarias para Maduro en los Brics
Aunque si bien el ingreso al bloque económico no se logró, Maduro obtuvo su reunión y fotos Putin, en un claro desafío al mundo occidental, en especial a Estados Unidos.
Putin calificó a Venezuela como su «socio fiable» y que “los valores fundamentales sobre los que se construyen los Brics son muy cercanos», según declaró el mandatario ruso tras el inicio del encuentro.
Así las cosas, Maduro no solo se fotografío con Putin. También lo hizo con el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, y con el palestino, Mahmud Abás, al igual que con el bielorruso, Alexander Lukashenko.
Por otro lado, Maduro tuvo un encuentro informal con su “socio” de China Xi Jinping.
No obstante, no logró conseguir fotos con el primer ministro de India, Narendra Modi, ni con el canciller de Brasil, Mauro Viera.
Para el experto Daniel arias, otro aspecto a considerar es la advertencia que hizo Israel sobre que tanto en Venezuela, Bolivia y Nicaragua existen grupos del Hezbolá, por lo que este viaje de Maduro “podría ser una medida urgente porque este tipo de declaraciones oficiales por parte del gobierno israelí son amenazas existenciales contra los gobiernos de estos países”.
Y en ese caso, Maduro también requiere apoyo internacional, insiste Arias.
“Esta cumbre es un espacio de maniobra internacional donde él se puede mover con cierta soltura ya que todos los demás espacios internacionales están cerrados”, puntualizó.
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