El exalcalde de Jerez de la Frontera y exdirigente andalucista, Pedro Pacheco, asegura sobre el caso ERE y la posterior revisión que han supuesto los fallos del Tribunal Constitucional de las condenas de la Audiencia de Sevilla y Tribunal Supremo a exaltos cargos socialistas, que «ha supuesto la mayor malversación pública de Andalucía y de la historia», antes de preguntarse «y dónde está el dinero».
En una entrevista con Europa Press llama «el Inconstitucional» al Constitucional, del que dice que «fue hábilmente modificado hace un año, ahora tiene mayoría el PSOE y eso es muy grave, y la ponente es PSOE», para considerar que su pronunciamiento ha sido concluir que «los políticos que elaboraron la estrategia no son culpables, son los ejecutantes», razonamiento que supone «que dentro del gobierno hay cuatro o cinco que participaban en la elaboración de la estrategia y como es la decisión colectiva, ahora el asunto es que las consecuencias son de cuatro o cinco ejecutantes».
«Dije en su día que la justicia es un cachondeo y me reafirmo; ahora es peor», argumenta para sostener que en su caso «el Supremo sostenía que siendo abogado tenía que conocer la legalidad de los dos contratos», antes de advertir que «al interventor y al secretario no les ocurrió nada», y trazar un agravio comparativo con la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, a la que denomina «la del Gürtel, corrupta pero prescrita» cuando en su caso «el mismo Supremo decía que aunque fuera abogada no tenía por qué conocer lo del Ayuntamiento».
«Estos golfos del Gürtel se llevaron una gran comisión y aquí nadie pide perdón ni se devuelve el dinero», sigue explicando, antes de recordar que en su caso «me ha costado caro por contratar a dos asesores, cinco años y medio de prisión sin tener ninguna nota negativa en mi trayectoria como ciudadano».
Esgrime que debió pagar «362.000 euros de responsabilidad de los dos que yo contraté» y se pregunta entonces «dónde están los millones de los ERE que hay que devolver», por cuanto argumenta que «los dineros de la parte política han sido excluidos», y se cuestiona «y la otra parte, dónde están los millones».
«Para salir de la cárcel tiene que abonar la responsabilidad», y se acuerda entonces de que «tienen que abonarla los chicos de los indultos» y que «nunca la han abonado los de la ETA».
«SE COLÓ EL INDULTO A LOS CATALANES, AHORA LOS ERE; ALGÚN DÍA SERÁ EL MÍO»
Bromea sobre su futuro indulto por cuanto asegura que «se coló el indulto de los catalanes, ahora los ERE, algún día será el mío», para precisar que «lo mío no es para volver, para ir a la cárcel, que yo ya he vuelto», lo plantea como un «que se me haga justicia», y, aunque reconoce que «un gobierno no está para hacer justicia», afirma que «no puedo esperar justicia de la justicia», de manera que «por lo menos que me dé justicia el Gobierno».
«Debe estar en el Consejo de Ministros», bromea sobre su indulto, al tiempo que se desmarca como beneficiario de la Ley de Amnistía, la Ley Orgánica 1/2024 de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña, porque «eso era para unos clientes concretos, para los clientes catalanes».
«Yo es que no tendría que haber entrado a la cárcel, ni yo ni miles de españoles. La mitad de la gente que entra a la cárcel no tiene por qué ir», asegura en este sentido.
Considera que «España tiene el Código Penal más duro de Europa», situación a la que suma que «sigue la cadena perpetua con otro nombre, que la impuso Rajoy, pero no la tocó Zapatero, no la ha tocado todavía Sánchez», y que «no se cumple la Constitución, que dice que el fin de las penas es resocializar o rehabilitar al individuo».
Augura que «los jueces van a tener más poder» mientras «haya más vacío político», momento que sitúa «sobre todo a partir del lío del señor Rajoy con Cataluña».
Se cuestiona la renovación del Poder Judicial pactada por PSOE y PP «porque han pactado y se han repartido como un juego de cartas los jueces, que hay dos jueces, jueces del PSOE y el PP», mientras se plantea si «de verdad un señor elegido, cuando dicta sentencia, se olvida de quien lo ha elegido», a lo que suma la duda de si «el Constitucional, como está, es correcto», para asegurar que «prefiero un modelo francés, que hay historiadores, sociólogos, y no son de la carrera jurídica».
«A MORENO LA MAYORÍA SE LE VA EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES»
Sobre la Presidencia de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía la califica de «muy monótona», mientras cree que desde un punto de vista electoral «está tranquilo, tiene una gran mayoría, pero yo creo que la mayoría se le va a ir las próximas elecciones».
«Mayoría no va a tener», continúa argumentando sobre las elecciones andaluzas de 2026, hecho que atribuye a «dos pilares que le van a aguar esa mayoría absoluta, y son sanidad y educación, entre otras cosas».
«Le adelanto que no van a sacar mayoría absoluta, entonces va a tener que pactar», continúa afirmando.
«Hay un boquete que no saben arreglarlo y eso les va a costar caro».
Cree que alrededor de Moreno «hay mucha prensa, tiene mucha propaganda», para seguidamente apuntar sobre su gestión que «usted escarba y en la gestión cotidiana de la sanidad y la enseñanza es un boquete que va a más», para ironizar entonces si «también es la culpa del Gobierno central» y colegir que «es mala gestión, no infradotación».
Cuestionado por el peso político de Moreno en el debate territorial o si es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la que marca el discurso territorial de su partido, argumenta que «debería tener peso por la extensión de Andalucía, pero no tengo datos para decir que tenga peso específico propio», mientras que afirma sobre Díaz Ayuso que «la señora graciosa de Madrid, que se le quitó la gracia cuando los tejemanejes de su compañero, pues quizás tenga más, más peso específico, porque Madrid es la capital de España».
Sobre el futuro del andalucismo político se lamenta de que «Andalucía hoy día prácticamente es PSOE, PP» y apunta que «a lo lejos se vislumbran grupos que están interesados en revertir esta situación», pero considera que «a Andalucía le va a costar trabajo» mientras reclama «un partido nacionalista propio, no un partido descentralizado, un partido con decisión propia en Andalucía».
«No sucursal de Sevilla de una central en Madrid, no. Decisión propia, aquí. No decidir Madrid y ejecutar aquí. Por eso le pusieron la A a todos los partidos centralistas», continúa argumentando en ese sentido, antes de apuntar sobre el Partido Andalucista que «el electorado a nosotros nos permitieron menos que al resto del partido y nunca hemos entendido esa discriminación respecto al trato que nos dieron».