El papa Francisco afirmó este domingo que no puede haber «ninguna discusión» sobre el aborto, que «es un homicidio» y el médico que lo practica «es un sicario», en la rueda de prensa en el avión de regreso de su visita a Luxemburgo y Bélgica.
Francisco realizó estas declaraciones después de anunciar que iniciará en Vaticano la causa de beatificación del rey de los belgas Balduino porque, dijo, «fue valiente y ante una ley de muerte, él no firmó y renunció».
«Se necesita valentía, se necesita ser un político con pantalones para hacer esto» y «en esto ha dado un ejemplo y es un santo y por eso el proceso de beatificación irá adelante», añadió el pontífice, que levantó la polémica este sábado tras calificar de «asesina» la ley del aborto durante su visita a la tumba de Balduino en Bruselas.
En la rueda de prensa en el avión, Francisco explicó que «las mujeres tienen derecho a la vida, a la suya pero también a la de sus hijos».
«Un aborto es un homicidio (…) Se mata a un ser humano y los médicos que se prestan a esto son, permitidme la palabra, son sicarios» y «sobre esto no se puede discutir, pues se asesina una vida humana», agregó.
En una visita fuera de programa a la cripta real, bajo la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, el papa se detuvo frente a la tumba del rey Balduino, fallecido en 1993, y alabó su «valentía» al optar por «abandonar su puesto de rey para no firmar una ley asesina», en referencia a que renunció tres días al trono para no firmar la ley del aborto en 1990.
La Casa Real belga aclaró después en un comunicado que los reyes Felipe y Matilde le habían acompañado «por cortesía», mientras el Centro de Acción Secular (CAL) calificó las palabras de Francisco de «sorprendentes» y las interpretó como una «provocación».
Francisco enfadado por tildarle de conservador sobre la mujer
La polémica sobre el aborto no es la única que se ha suscitado en su visita a Bélgica, ya que también provocaron controversia sus palabras sobre la mujer y la posición «conservadora» de la Iglesia sobre el sacerdocio femenino.
Preguntado al respecto en la rueda de prensa en el avión, Francisco dijo que él siempre habla de la dignidad de la mujer y que en la Iglesia es más importante la mujer que el hombre: «Si esto les parece conservador (…), yo soy Carlos Gardel», dijo visiblemente molesto.
En una visita a la Universidad católica de Lovaina, los universitarios preguntaron al papa por el papel de la mujer en la Iglesia, a lo que Francisco no respondió directamente: «La mujer es más importante que el hombre, pero es malo cuando quiere ser el hombre», dijo, y describió a la mujer como «una acogida fructífera, una atención, una dedicación vital» y dijo que la Iglesia «es el pueblo de Dios, no una multinacional».
Por lo que el entusiasmo con el que le recibieron los estudiantes, se volvió desaprobación, y mientras el papa aún se encontraba en el centro, la Universidad emitió un comunicado contra estas afirmaciones «conservadoras» y su «posición determinista y reduccionista» sobre las mujeres.
Respecto a ese comunicado de protesta por sus palabras sobre las mujeres en la universidad de Lovaina, Francisco se mostró muy enfadado y dijo que es «no era moral» emitir la nota cuando él estaba hablando.
«Hay un machismo que no vale, un feminismo que no vale, lo único que vale es la mujer en la Iglesia, que es más grande que el ministerio sacerdotal», afirmó en relación a las peticiones que le hicieron en Lovaina sobre el sacerdocio femenino.
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