Un nuevo estudio sugiere que un análisis de sangre para detectar un tipo de proteína denominada tau fosforilada o p-tau podría servir para detectar la enfermedad de Alzheimer con «gran precisión», incluso antes de que se manifiesten los síntomas.
En el estudio se analizó la sangre para detectar un biomarcador clave del Alzheimer llamado p-tau217, que aumenta al mismo tiempo que otras proteínas dañinas (beta amiloide y tau) se acumulan en el cerebro de las personas con la enfermedad. Actualmente, para identificar la acumulación de beta amiloide y tau en el cerebro, los pacientes se someten a un escáner cerebral o una punción lumbar, que a menudo pueden resultar inaccesibles y costosos.
Sin embargo, este sencillo análisis de sangre ha demostrado tener una precisión del 96% en la identificación de niveles elevados de beta amiloide y del 97% en la identificación de tau, según el estudio publicado este lunes en la revista académica JAMA Neurology.
Nicholas Ashton, profesor de Neuroquímica de la Universidad de Gotemburgo, Suecia y uno de los autores principales del estudio, señaló en un correo electrónico que «lo impresionante de estos resultados es que el análisis de sangre era tan preciso como las pruebas avanzadas, como las pruebas de líquido cefalorraquídeo y los escáneres cerebrales, a la hora de mostrar la patología de la enfermedad de Alzheimer en el cerebro».
«Ahora estamos cerca de que estas pruebas sean de gran utilidad y este estudio lo demuestra», afirmó. La enfermedad de Alzheimer, un trastorno cerebral que afecta a la memoria y la capacidad de pensar, es el tipo más común de demencia, según los Institutos Nacionales de Salud.
Los resultados del estudio no sorprendieron a Ashton, quien añadió que la comunidad científica sabe desde hace varios años que el uso de análisis de sangre para medir la tau u otros biomarcadores tiene el potencial de evaluar el riesgo de padecer alzhéimer.
El año pasado se puso a la venta en Estados Unidos el primer análisis de sangre para evaluar la proteína beta amiloide, denominado AD-Detect, con el fin de ayudar a las personas con deterioro cognitivo leve a identificar su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Algunos investigadores han planteado dudas sobre la base científica de la prueba. Quest Diagnostics, la empresa que está detrás de la prueba, ha subrayado que no está pensada para diagnosticar el alzhéimer, pero afirma que ayuda a evaluar el riesgo de que una persona desarrolle la enfermedad.
La prueba utilizada en el nuevo estudio, denominada ensayo ALZpath pTau217, es una herramienta comercial desarrollada por la empresa ALZpath, que proporcionó los materiales para el estudio sin costo alguno. La prueba está disponible actualmente solo para uso en investigación, pero Ashton dijo que se espera que esté disponible para uso clínico en breve.
«Se trata de un hallazgo decisivo en los biomarcadores sanguíneos del alzhéimer, que allana el camino para el uso clínico del ensayo ALZpath pTau 217», señalaron en un comunicado de prensa los profesores Kaj Blennow y Henrik Zetterberg, de la Universidad de Gotemburgo, coautores del estudio. «Este sólido ensayo ya se utiliza en múltiples laboratorios de todo el mundo».
ALZpath calcula que el precio de la prueba podría oscilar entre US$ 200 y 500.
«Un biomarcador sanguíneo robusto y preciso permitiría una evaluación más completa del deterioro cognitivo en entornos donde las pruebas avanzadas son limitadas», escribieron los investigadores en su estudio. «Por lo tanto, el uso de un biomarcador sanguíneo pretende mejorar un diagnóstico precoz y preciso del alzhéimer, lo que llevaría a un mejor manejo del paciente y, en última instancia, a un acceso oportuno a terapias modificadoras de la enfermedad».
Por ejemplo, según el estudio, la prueba demostró una «gran precisión» a la hora de identificar la patología de tau en personas que dieron positivo en beta amiloide. Según los investigadores, esto podría ayudar a orientar las decisiones de tratamiento de los pacientes que están considerando terapias dirigidas a la beta amiloide, como Leqembi y Aduhelm, ya que podrían ser menos eficaces en pacientes con patología tau avanzada.
«Estos resultados subrayan el importante papel de la p-tau217 plasmática como herramienta de evaluación inicial en el tratamiento del deterioro cognitivo, al poner de relieve quiénes pueden beneficiarse de las inmunoterapias antiamiloides», escribieron los investigadores.
Fuente: CNN
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