
Una mujer dio a luz el pasado 6 de noviembre a un bebé que pesó 5,1 kilogramos. Antony Gael, considerado gigante, nació en el Hospital Regional de Sertão Central (HRSC), Ceará, un estado en el noreste de Brasil.
“El vientre era enorme”, expresó Daniela Barbosa Nobre, madre del bebé y residente de Quixeramobim, en entrevista difundida por el Departamento de Salud de Ceará. El parto de Antony Gael fue por cesárea y transcurrió sin incidentes, por lo que ambos fueron dados de alta dos días después del nacimiento.
Sin embargo, serán supervisados por un nutricionista y pediatra. “El equipo monitorea la glucosa, promueve la estimulación de la lactancia materna, monitoriza la lactancia y ofrece una fórmula específica para suplementar si el bebé necesita calorías”, indicó la el coordinador de la unidad de obstetricia del Hospital Regional de Sertão Central, Cris Angela.
El bebé más pesado del mundo del que se tiene registro pesó 10,2 kg cuando nació en 1955 en Italia, mientras que el récord del bebé más grande de Brasil se batió en febrero de 2023 con Angerson Santos, nacido en Parintins con un peso de 7,3 kilogramos y 59 centímetros.
A modo de comparación, los niños recién nacidos pesan una media de 3,3 kg y las niñas 3,2 kg. El término utilizado para describir a estos «bebés gigantes» es macrosomía (del griego «cuerpo grande»), explicó BBC Mundo.
Todo recién nacido que pese más de 4 kg, independientemente de la edad gestacional, se considera un bebé macrosómico.
Los bebés macrosómicos representan alrededor del 12% de los nacimientos.
¿Por qué ocurre los nacimientos de bebés macrosómicos?
Ciertos factores aumentan el riesgo de una mujer de dar a luz a un bebé gigante, uno de ellos es el peso corporal. Las madres obesas tienen el doble de probabilidades de tener un recién nacido con macrosomía.
En las mujeres con diabetes gestacional (azúcar alta en sangre durante el embarazo), este porcentaje también aumenta a entre el 15% y el 45% de los nacimientos.
Parte de esta condición se debe a un aumento de la resistencia a la insulina en la madre durante el embarazo (incluso en aquellas sin diabetes gestacional), lo que aumenta la cantidad de glucosa que atraviesa la placenta hacia el feto y hace que el feto crezca en exceso.
Y la subida excesiva de peso durante el embarazo también aumenta el riesgo de macrosomía.
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