Londres, 1 jun (EFE).- Tras jugar como titular su primera final de la Liga de Campeones, Nacho Fernández cumplió el sueño de su carrera al ser el encargado de recoger el trofeo de la máxima competición continental, tras derrotar el Real Madrid al Borussia Dortmund (0-2), y alzarlo al cielo de Londres en el momento en el que se convirtió junto a Luka Modric en el jugador con más títulos en la historia del club.
Sin haber desvelado si era su último partido con el Real Madrid, club en el que ha completado toda su carrera, o si aceptará la propuesta de renovación por un año del club, Nacho vivió el momento que soñaba tras trece años en el club.
Un canterano que llegó al Real Madrid como alevín cuando tenía 11 años en el verano de 2001 y que dio el salto al primer equipo en la temporada 2012-13. Desde entonces ha conquistado seis Ligas de Campeones y un total de 26 títulos.
Zinedine Zidane fue el encargado de depositar la ‘orejona’ en la repisa donde Aleksander Ceferin, presidente de UEFA, la entregó posteriormente a Nacho tras poner la medalla de campeones a todos los integrantes del Real Madrid.
El capitán emocionado miró sonriente el trofeo, hizo gestos dirigidos a sus familiares y se encaminó al encuentro con el resto de sus compañeros. Escoltado por Carlo Ancelotti, alzó la copa de campeón mientras se disparó el confeti de color blanco madridista.
El momento dio paso a la celebración sobre el césped de Wembley, con un emotivo abrazo de Zidane a Ancelotti, del técnico que ganó tres ‘Champions’ consecutivas en el Real Madrid y cedió el testigo a Carlo Ancelotti para que ensanchará su leyenda como entrenador con más Copas de Europa en la historia de la competición con cinco.
El centrocampista alemán Toni Kroos fue uno de los grandes protagonistas de la celebración, aupado por sus compañeros en un fondo y celebrando con la afición madridista tras disputar el último partido de su carrera a nivel de clubes, cerrando una década repleta de éxitos en el Real Madrid.