El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha calificado este sábado de «locura» el proyecto de ley que equipara el aborto a partir de la semana 22 con el homicidio, pudiendo acarrear penas de entre seis y 20 años de prisión, incluso en caso de violación.
«Estoy en contra del aborto; sin embargo, dado que esta práctica es una realidad, debemos tratarlo como una cuestión de salud pública. Y me parece una locura que alguien quiera castigar a una mujer con una pena mayor que la del criminal que cometió la violación. Es, como mínimo, una locura», ha señalado el mandatario.
Las declaraciones del líder del Partido de los Trabajadores (PT) llegan tres días después de que este miércoles la Cámara de Diputados diera su visto bueno a la tramitación urgente de la ley, lo que implica que el texto puede ser votado directamente en el pleno sin que pase previamente por las comisiones.
«Estoy seguro de que lo que está en la ley ya garantiza que actuemos de forma civilizada para tratar con rigor al violador y con respeto a la víctima. Cuando alguien presenta una propuesta de que la víctima debe ser castigada más severamente que el violador, no es serio», ha señalado Lula desde Apulia (Italia), donde ha participado en la Cumbre del G7.
La iniciativa, fue aprobada sin la oposición del partido del Gobierno, cuyo líder en la Cámara, José Guimarães, afirmó que el asunto «no es de interés» del Ejecutivo. La decisión de los diputados del PT y otras formaciones aliadas provocó movilizaciones en las redes sociales y protestas en las calles del país, especialmente en Paulo, Río de Janeiro y Brasilia. Así, los manifestantes argumentaron que la aprobación de esta propuesta pondría en riesgo la vida de miles de mujeres y niñas en el país.
Según recoge el diario ‘Folha de Sao Paulo’, los líderes de los partidos de izquierda en el Congreso «temían la reacción del público evangélico, con el que Lula querría acercarse».
Actualmente, la legislación permite la interrupción del embarazo en caso de violación, peligro para la vida de la madre y malformaciones graves, independientemente de la semana de gestación. Según la legislación vigente, fuera de esta casuística, el aborto se castiga con penas de entre uno y tres años de cárcel.
El pasado mes de mayo, el magistrado del Supremo Alexandre de Moraes suspendió la resolución emitida previamente por el Consejo Federal de Medicina que prohibía la asistolia fetal y dificultaba el acceso al aborto, una práctica utilizada a partir de las 22 semanas en casos de violación.