
Jie Lijian intentó demandar a la policía para cambiar su historial médico
Jie dice que fue arrestado por asistir a una protesta para exigir mejores salarios en una fábrica.
Explica que la policía lo interrogó durante tres días antes de llevarlo a un hospital psiquiátrico.
Al igual que Zhang, Jie dice que le recetaron medicamentos antipsicóticos que afectaron su pensamiento crítico. Después de una semana en el hospital, se negó a tomar más medicamentos.
Después de pelearse con el personal y de que le dijeran que estaba causando problemas, Jie fue enviado a terapia electroconvulsiva (TEC), un método que consiste en pasar corrientes eléctricas a través del cerebro de un paciente.
«El dolor era de la cabeza a los pies. Sentía que todo mi cuerpo no era mío. Era realmente doloroso. Descargas eléctricas que iban y venían. Me desmayé varias veces. Sentí que me estaba muriendo», relata.
Dice que le dieron el alta después de 52 días. Ahora tiene un trabajo a tiempo parcial en Los Ángeles y está buscando asilo en EE.UU.
En 2019, un año después de cuando Jie afirma que fue hospitalizado, la Asociación de Médicos de China actualizó sus directrices sobre la TEC, estableciendo que solo debería administrarse con consentimiento y bajo anestesia general.
Queríamos saber más sobre la participación de los médicos en esos casos.
Hablar con medios extranjeros como la BBC sin permiso podría causarles problemas, así que nuestra única opción era actuar de forma encubierta.
Concertamos consultas telefónicas con médicos que trabajan en cuatro hospitales que, según nuestras pruebas, están involucrados en hospitalizaciones forzadas.
Utilizamos una historia inventada sobre un pariente que había sido hospitalizado por publicar comentarios antigubernamentales en internet, y preguntamos a cinco médicos si alguna vez se habían encontrado con casos de pacientes enviados por la policía.
Cuatro confirmaron que sí.
«El departamento psiquiátrico tiene un tipo de admisión llamada ‘alborotadores’», nos dijo un médico.
Otro médico, del hospital donde estuvo recluido Junjie, parece confirmar su historia de que la policía continuó vigilando a los pacientes una vez que fueron dados de alta.
«La policía te controlará en casa para asegurarse de que tomas tus medicamentos. Si no los tomas, podrías volver a infringir la ley», señalaron.
Nos pusimos en contacto con el hospital en cuestión para pedirle comentarios, pero no nos respondió.
Hemos tenido acceso a los registros médicos del activista por la democracia Song Zaimin, hospitalizado por quinta vez el año pasado, lo que deja claro lo estrechamente vinculadas que parecen estar las opiniones políticas con un diagnóstico psiquiátrico.
«Hoy, estaba… hablando mucho, hablando incoherentemente y criticando al Partido Comunista. Por lo tanto, fue enviado a nuestro hospital para recibir tratamiento hospitalario por parte de la policía, los médicos y el comité de residentes de su localidad. Fue una hospitalización involuntaria», dice el historial.

Los registros médicos del activista Song Zaimin muestran la estrecha conexión entre las opiniones políticas y el ingreso hospitalario
Posibles abusos
Le pedimos al profesor Thomas G. Schulze, presidente electo de la Asociación Mundial de Psiquiatría, que revisara estas notas. Él respondió:
«Por lo que se describe aquí, nadie debería ser internado involuntariamente y tratado contra su voluntad. Huele a abuso político».
Entre 2013 y 2017, más de 200 personas denunciaron haber sido hospitalizadas injustamente por las autoridades, según un grupo de periodistas ciudadanos en China que documentaron abusos de la Ley de Salud Mental.
Sus informes terminaron en 2017, porque el fundador del grupo fue arrestado y posteriormente encarcelado.
Para las víctimas que buscan justicia, el sistema legal parece estar en su contra.
Un hombre al que llamamos Sr. Li, que fue hospitalizado en 2023 después de protestar contra la policía local, intentó emprender acciones legales contra las autoridades por su encarcelamiento.
A diferencia de Junjie, los médicos le dijeron a Li que no estaba enfermo, pero la policía contrató a un psiquiatra externo para que lo evaluara. El doctor le diagnosticó trastorno bipolar y retuvieron a Li durante 45 días.
Una vez liberado, decidió impugnar el diagnóstico.
«Si no denuncio a la policía es como si aceptara tener una enfermedad mental. Esto tendrá un gran impacto en mi futuro y en mi libertad porque la policía puede usarlo como una razón para encerrarme en cualquier momento», expone.
En China, los registros de cualquier persona a la que se le haya diagnosticado un trastorno mental grave podrían compartirse con la policía e incluso con los comités de residentes locales.
Pero Li no tuvo éxito: los tribunales rechazaron su apelación.
«Oímos a nuestros líderes hablar sobre el estado de derecho», nos dice. «Nunca imaginamos que un día nos pueden encerrar en un hospital psiquiátrico».
La BBC ha encontrado en la página oficial de decisiones judiciales chinas a 112 personas que, entre 2013 y 2024, intentaron emprender acciones legales contra la policía, los gobiernos locales o los hospitales por este tipo de trato.
Alrededor del 40% de estos demandantes participaron en denuncias contra las autoridades. Sólo dos ganaron sus casos.
Y la página parece estar censurada: otros cinco casos que hemos investigado no aparecen en la base de datos.
El problema es que la policía goza de «considerable discreción» a la hora de tratar con «alborotadores», según Nicola MacBean, de The Rights Practice, una organización de derechos humanos de Londres.
«Enviar a alguien a un hospital psiquiátrico, saltándose los procedimientos, es una herramienta demasiado fácil y demasiado útil para las autoridades locales».

REDES SOCIALES CHINAS | Las publicaciones de la vlogger Li Yixue sobre su hospitalización después de acusar a la policía de agresión sexual se han vuelto virales recientemente en China
Ahora la atención se centra en el destino de la vlogger Li Yixue, que acusó a un agente de policía de agresión sexual.
Se dice que Li fue hospitalizada recientemente por segunda vez después de que sus publicaciones en las redes sociales sobre esa experiencia se volvieran virales. Se informa de que ahora está bajo vigilancia en un hotel.
Hemos comunicado los resultados de nuestra investigación a la embajada china en Reino Unido.
El año pasado, la embajada dijo que el Partido Comunista Chino «reafirmó» que debe «mejorar los mecanismos» en torno a la ley, que, según subraya, «prohíbe explícitamente la detención ilegal y otros métodos de privar o restringir ilegalmente la libertad personal de los ciudadanos».