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Mientras California se ve azotada por lluvias potencialmente catastróficas este lunes, los científicos apuntan a dos factores que están potenciando las precipitaciones y el poder destructivo de la tormenta de esta semana: la crisis climática y el fenómeno de El Niño.
Por CNN
Un río atmosférico es como una cinta transportadora de humedad que puede llevar más de 20 veces la cantidad de agua que el río Mississippi, pero en forma de vapor. Según científicos, se espera que los ríos atmosféricos produzcan entre un 10% y un 40% más de precipitaciones a medida que se calienten las temperaturas debido al cambio climático.
El fenómeno no solo vino precedido de temperaturas cálidas récord en el oeste de Estados Unidos, sino que las temperaturas oceánicas mundiales también han alcanzado máximos históricos. Las temperaturas más cálidas del océano alimentan estas tormentas con más energía y humedad.
Además de la tendencia general al calentamiento del planeta, se está produciendo un fuerte fenómeno de El Niño en el Pacífico, que se sabe que favorece los fenómenos fluviales atmosféricos en la costa occidental.
California, que acaba de recuperarse de una megasequía histórica que desencadenó restricciones de agua, ha sido testigo de un aluvión de fuertes lluvias y tormentas de nieve desde el invierno pasado. Estas oscilaciones dramáticas entre los dos extremos —sequía extrema y fuertes lluvias—, también conocidas como latigazos meteorológicos, son otro fenómeno que los científicos advierten que se producirá con más frecuencia en las próximas décadas bajo un planeta que se calienta.
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