Al abrir la nevera de una familia española lo más probable es encontrar dentro algún producto de Mercadona, la mayor cadena de supermercados del país. Su dueño, Juan Roig, se ha convertido en la tercera persona más rica de España después de haber transformado, en apenas 40 años, un negocio familiar de la región de Valencia en la mayor compañía del sector que acapara 25% de la cuota de mercado.
Más de 1.600 tiendas en toda la península ibérica ofrecen productos de alimentación, limpieza y cosmética. Aunque, en los últimos días, también es un lugar donde encontrar el amor, o lo que surja.
Es el asunto más comentado en España durante esta última semana de agosto: en Mercadona se ha instaurado una nueva “hora feliz”, aunque nada tienen que ver con ofertas ni descuentos en sus productos.
Se trata de ligar en sus establecimientos mientras haces la compra con un método viralizado en las redes sociales. Consiste en acudir entre las 19 y las 20 horas a una tienda de Mercadona e introducir en el carrito una piña, colocada de forma invertida. La fruta es la señal que distingue, entre el resto de los clientes, a las personas dispuestas a tener una cita. El “match” se produce cuando dos carritos que transportan piñas invertidas chocan voluntariamente.
«Es surrealista, pero cada día viene más gente a esa hora y ya hemos visto a gente intercambiándose el número de teléfono», relata divertida, mientras repone barras de pan, una empleada del Mercadona de un céntrico barrio de Madrid.
La clientela es variopinta y se mezclan vecinos con turistas como Guillermina, periodista argentina de 49 años, que está en la ciudad visitando a su amiga y compatriota Ivana, de 36 años. «Veníamos hablando de eso, nos parece muy divertido y gracioso. Ojalá llegase a Argentina, al menos olvidaríamos la inflación», cuenta Guillermina a la entrada del supermercado y frente al expositor de las piñas, que a primera hora de la tarde se encuentra todavía repleto de existencias.
«Es mejor que Tinder, porque aquí puedes conocer mejor a la otra persona porque se sabe mucho mirando los productos que lleva en el changuito«, añade Ivana, que conoció a su actual pareja por la popular aplicación de citas.
“Ligar en Mercadona” comenzó en TikTok
Elisa y Felipe se enamoraron en un viaje al que acudieron con otros amigos, pero no les hubiera importado que el flechazo hubiera ocurrido con la cesta de la compra frente a la estantería de leche de avena. «No es un lugar ni mejor ni peor que cualquier otro», afirma esta joven pareja.
Eduard, un hombre gay de 51 años, comparte la misma opinión: «Cualquier sitio es bueno para ligar mientras no molestes a nadie».
Quino observa desde su privilegiada posición tras el mostrador de la charcutería. Mientras corta jamón serrano de una pata de cerdo, ha sido testigo del ajetreo de los últimos días: «Se volvió viral por un video y desde el pasado lunes…». De pronto el charcutero enmudece, sin dejar de cortar jamón, porque aparece la encargada del establecimiento. «Los empleados están aquí para trabajar, no para responder a periodistas», zanja la mujer con rotundidad.
El departamento de comunicación de Mercadona no hace comentarios sobre este fenómeno y ha trasladado esa orden a los trabajadores de sus establecimientos. El video desencadenante que mencionaba Quino apareció el 20 de agosto en la red social TikTok. Lo publicó la actriz y humorista Vivy Lin, que trabaja en la televisión de la región de Andalucía, al sur de España.
«Estamos mirando en Google cuál es la hora de ligar en Mercadona, y es de 7:00 pm a 8:00 pm», dice en el video la cómica, que aparece en un Mercadona junto a una amiga que aplaude mientras exclama: «¡Estamos en hora!». En la grabación explican el origen de la broma: en 2017, una concursante italiana de un popular programa de citas románticas de la televisión española desveló ante las cámaras su truco para ligar: «Hay una hora exacta en Mercadona a la que van a comprar todos los solteros, entre las 7:00 pm y las 8:00 pm, y ahí voy».
«Ahora es cuando viene la avalancha»
Aquel chascarrillo ha resurgido con fuerza siete años después y tiene los supermercados revolucionados. «Ahora es cuando viene la avalancha», advierte con una sonrisa una cajera del Mercadona de un barrio residencial de Madrid a otra compañera cuando el reloj marca las 7:00 pm.
«Estamos todos con la coña (broma)», reconoce Luis, reponedor en la frutería, donde la tarde anterior se vaciaron las cajas de piñas. «Se iban a la planta de arriba, a la bodega, y nos avisaban las señoras: allí hay mucha gente joven», especifica el empleado. A los pocos minutos, aparecen varios jóvenes, preadolescentes, con gesto pícaro empujando carritos vacíos directos a por las piñas.
«Es que lo hemos visto en TikTok», se excusan. Algunos de ellos se fijan en Claudia, de 23 años, aunque no lleva ninguna piña en el carro. «No vengo a ligar, tan solo es la hora a la que mejor me viene hacer la compra. Y si alguien ha intentado ligar conmigo ni me he enterado, porque soy un poco autista», sentencia risueña.