En junio 2014, Cristian Adrián Pérez, o Pérez Latorre, como se hace llamar, solía sentarse en los livings de los programas de chismes a criticar a su colega, Aníbal Lotocki. Para ese entonces, el escándalo contra Lotocki había estallado luego de la primera internación de su paciente Silvina Luna, a la que le había inyectado el metacrilato en los glúteos que finalmente la llevó a la muerte.
“Ningún cirujano plástico reconocido va a colocar este tipo de productos. Todo lo contrario”, aseguraba Pérez Latorre en un reportaje de aquel entonces al autor de esta nota, un dardo gratis contra un rival.
Hoy, su suerte no parece estar muy lejos de la de su colega al que criticaba. De acuerdo a CBS News, el médico de 53 años fue arrestado en Los Angeles el jueves último, acusado de practicar la medicina sin una licencia en el estado de California y de causarle graves daños en el cuerpo a una mujer que operó en julio de 2021 y la que continuó tratando por complicaciones que surgieron después de la cirugía. Los delitos imputados son al menos graves: le imputan seis hechos de ataque con un arma letal y un hecho de contacto físico ilícito, o battery según el sistema penal norteamericano.
Así, la oficina del LA County District Attorney circuló la foto tomada tras su detención, vestido con el ambo típico de los detenidos estadounidenses, con un duro comunicado. “No hay excusa para practicar la medicina sin licencia”, aseguró Kathleen Nicholls, jefa del Department of Consumer Affairs Division of Investigation en el documento, un delito al que definió como “peligroso y egoísta”.
En Argentina, país que dejó hace al menos cuatro años, Pérez Latorre no recibió acusaciones de este tipo en la Justicia penal porteña. En cambio, y al igual que Lotocki, fue demandado al menos cuatro veces en los últimos 20 años por sus pacientes en los tribunales civiles de CABA, en expedientes por daños y perjuicios por practicar cirugías o por haber participado en tratamientos con resultados indeseados.
Infobae accedió a parte de varios de estos expedientes,
En 2003, el cirujano fue demandado por una mujer a la que le practicó una dermolipectomía para quitarle grasa en el abdomen en una clínica porteña el 18 de junio de 2002. En el examen clínico se encontró una “cicatriz en zona prepubiana de 27 centímetros de largo, hiperpigmentada”, de acuerdo a documentos judiciales. El problema en este caso fue la cicatrización tras la cirugía, con varios edemas. Según la acusación, Latorre no informó adecuadamente a su paciente sobre las cicatrices que sufriría. “El galeno le explicitó que la intervención no habría de tener inconveniente alguno”, aseguró un documento del caso, de acuerdo al relato de la paciente. Así, el Juzgado N°41 le dio la razón a la demandante y emplazó al médico a indemnizarla con 89 mil pesos de aquel entonces, cerca de 30 mil dólares a valor blue.
En 2014, once años después, la Sala F de la Cámara Civil confirmó la decisión a pesar de las repetidas apelaciones de Pérez Latorre y su defensa.
En otra demanda, radicada en 2013 en el Juzgado N°34, una mujer porteña de 30 años en ese entonces apuntó contra Pérez Latorre por una cirugía de glúteos a la que se sometió dos años antes, en julio de 2011. La paciente notó una serie de dolores agudos tras recibir el alta, que incluyeron secreciones en la herida, con la sospecha de que las prótesis que le implantaron habían explotado. En septiembre de ese año, la mujer decidió optar por un nuevo cirujano. El consejo fue drástico: debían retirarle con urgencia las prótesis que Pérez Latorre le había implantado, lo que ocurrió ese mismo mes.
En ese expediente, un perito que analizó a la demandante apuntó en uno de sus escritos sobre el material que el cirujano hoy detenido en Los Ángeles supuestamente implantó a la paciente. “Las prótesis mamarias Mentor han sido fabricadas para tal fin, es decir colocación como prótesis mamarias, con lo cual se puede inferir que ante la colocación de las mismas en otra región el cuerpo existe la posibilidad de que la misma se fisure, encapsule o bien se rompa completamente”, escribió.
Es decir, según este análisis, Pérez Latorre instaló material para diseñado para senos en las nalgas de su paciente, literalmente al revés. La prótesis derecha, efectivamente, se había roto.