
Niall Ferguson
Los recientes acontecimientos en América Latina nos obligan a pensar, a tratar de entender nuestro presente e intentar vislumbrar cuál podría ser nuestro futuro.
Primero, aceptar que estamos en medio de una profunda confrontación entre Oriente y Occidente como representaciones de la existencia humana. En segundo lugar, la disputa entre socialismo y capitalismo continúa y para que esto suceda los escenarios y las estrategias cambian, nos son estáticas. Hoy vemos que la reyerta está sembrada en el ámbito cultural, en las ideas, de allí la importancia de los medios de comunicación y de los supuestos influencers. Continúa o permanece la presencia de corrientes y figuras falsamente representativas de una mejor humanidad, ejemplo el “Che Guevara”, cuya careta llevan muchos jóvenes en Occidente como símbolo de rebeldía, sobre todo en los medios universitarios. Podríamos calificar como un componente clave de este panorama la difusión de ideas falsas contra toda realidad histórica, es una particular veta mortífera especial que contiene la globalización, a pesar de estar enterados que el futuro no es algo que se gesta solitariamente, entender que no vivimos en el tiempo de un país como China, una sociedad que en los años 1.500 decidió cerrar las fronteras y concentrarse en sí misma, llegando hasta a penalizar con la muerte a los osados que pretendían seguir conectados con el mundo. Hacerlo hoy tiene un costo casi inabordable, pues el mundo entero sabría lo que ocurre. Ojo, aun así, puede ocurrir, verbigracia Nicaragua y Cuba.
Hoy existe la posibilidad de evaluar las circunstancias de principio a fin que proponen aquellos países que deciden implantar en su sociedad el modelo socialista. Casi siempre la segunda medida que deben tomar de forma drástica es cerrar las fronteras. Las personas difícilmente pueden salir al resto del mundo una vez que el socialismo toma cuerpo, para hacerlo tienen que emprender, como nuestros hermanos cubanos, o como nosotros hoy, participar en grandes odiseas con un fracaso predecible como el tomar sendas peligrosas, surcar los mares en embarcaciones frágiles que muchas veces cuestan la vida de aquellos cuya única esperanza es huir de la concentración y asfixia del poder que sucede en estos países. Formar parte de ese trágico batallón llamado “la diáspora” un aciago resumen de los sueños y perspectivas de futuro de millones de venezolanos.
La ignorancia histórica es culpable, es imprescindible conocer el balance real que muestra de manera irrefutable la caída sin atenuantes de las experiencias socialistas, el desmembramiento de la Unión Soviética o ruptura del cordón de hierro y acero que aprisionaba a los 15 países que para su desgracia habían entrado en sus dominios. El intento chino de mezclar agua y aceite cuando comienzan a experimentar y exportar lo que hoy llamamos “modelo chino” el cual considero como el más peligroso experimento de control social ensayado en el mundo, por todo lo que significa mezclar en un tubo de ensayo el férreo control político del partido comunista chino, preponderante en ese país, con la inmersión en todas las posibilidades y oportunidades que abre la implantación de un modelo económico de mercado abierto, pleno de oportunidades de crecimiento.
El costo del modelo chino es impagable, es la libertad de conciencia, anular la responsabilidad de los individuos y aceptar la sujeción y dominio ante ese monstruo implacable pero muy rico del Estado chino. Nuevas viviendas, comida en el plato, vestimenta y consumo de bienes occidentales, pero en silencio. No pensar y menos hablar. La pregunta sería ¿qué nos hace humanos, lo externo, lo interno o la intervinculación de ambos?
Hemos aprendido a un costo muy alto que las estrategias para imponer ideas contra la libertad, la propiedad, el mercado se han refinado, no son prédicas con apariencias de defensa de la igualdad y de los sectores en pobreza, la vía para imponer ideas son muchos más refinadas hoy, saben cuáles son los objetivos más vulnerables, conocen los efectos de ponerse al lado de los que se consideran desposeídos, escondiendo la amarga verdad que los supuestos desposeídos no han sido despojados, expropiados, despojados de unos presuntos haberes, la amarga verdad que estos sectores en desventaja los son desde un principio porque han carecido de la oportunidad, del olfato para saber cual es la ruta para salir de la pobreza. La leyenda sobre la existencia de la pobreza como producto de un despojo histórico es muy poderosa, han llevado a pueblos, sociedades a combatir a aquellos que producen nuevos bienes, generan riqueza, no creer en el mercado como una alternativa pacífica para crecer, ocultando que tras ese patrimonio que ostentan algunos en el mejor de los casos es producto de creer y practicar ideas muy sencillas pero contundentes, tales como las denominadas ideas “killers” de Niall Ferguson que explican la supremacía de Occidente:
“Seis aplicaciones asesinas (lo que en inglés se conoce como killer apps), las que permitieron a una minoría de la humanidad originaria del extremo occidental de Euroasia, dominar al mundo durante casi medio milenio”. “Killer App” se usa en el mundo de las aplicaciones (Apps) para denominar aquellas que al adoptarse eliminan el uso de otras. Por ejemplo, el correo electrónico desplazó al correo tradicional. Así estas nuevas instituciones fueron adoptadas de tal forma que eliminaron antiguos comportamientos y conductas, veamos las conclusiones de Ferguson:
“La civilización occidental tal como la conocemos hoy se forjó en la Europa del siglo XV, fue allí donde se gestaron seis condiciones que la llevaron a obtener la supremacía mundial hasta el presente siglo, en la que como señala Ferguson, empieza a ser desplazada por la civilización asiática. Occidente estaría perdiendo el monopolio de sus “resortes de poder”, mientras el Oriente crece sobre nuevas fortalezas” Imprescindible por tanto que nuestro liderazgo y la juventud especialmente conozca las ideas killer de Niall Ferguson:
- “Competencia: una descentralización tanto de la vida política como económica, que sirvió de trampolín tanto a los estados-nación como al capitalismo”. La fragmentación política de la Europa de entonces llevó a una competencia por buscar la supremacía, que permitió el surgimiento de instituciones políticas y económicas más modernas y versátiles.
- “Ciencia: un modo de estudiar, comprender y, en última instancia transformar el mundo natural, que dio a Occidente (entre otras cosas) una importante ventaja militar sobre el resto del mundo”. El método científico permitió el desarrollo.
- “Derechos de propiedad: El imperio de la Ley como medio de protección para los propietarios privados y para resolver pacíficamente las disputas entre ellos, constituyó una base más estable para la formación de gobiernos representativos”. Los ciudadanos-propietarios forman y defienden a los estados democráticos. Son la base sobre la que se construyen las repúblicas.
- “Medicina: una rama de la ciencia que permitió una importante mejora de la salud y la esperanza de vida, y que se inició en las sociedades occidentales, pero también en sus colonias”.
- “La sociedad de consumo: una forma de vida material en la que la producción y la compra de ropa y otros bienes de consumo desempeñan un papel económico central, sin la que la Revolución Industrial habría sido insostenible”.
- “La ética del trabajo: un marco moral y un modo de actividad derivado (entre otras fuentes) del cristianismo protestante, que proporciona el pegamento que mantiene unida la sociedad dinámica y potencialmente inestable creada por las aplicaciones”.
Sopesamos estas importantes claves del futuro al tiempo que recibimos desalentadoras noticias proveniente de Canadá, donde jóvenes egresados de sus universidades realizan un pronunciamiento que pone en jaque nuestras esperanzas:
“Decenas de estudiantes de un colegio en Canadá han protagonizado una polémica manifestación en la que, con el puño en alto y sosteniendo fotografías de Lenin, han entonado el himno comunista «La Internacional». Durante el acto, los jóvenes han hecho un llamado explícito a la revolución y han denunciado «las fallas del sistema capitalista», argumentando que este está al borde del colapso.
En un comunicado difundido tras la manifestación, los estudiantes han citado al líder revolucionario ruso: «Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario». Según los organizadores, la actual crisis del capitalismo está generando tensiones renovadas entre las potencias imperialistas, que «afilan sus armas para defender sus mercados, esferas de influencia y las ganancias de sus grandes corporaciones».
Al final de la exposición de sus ideas killer, Ferguson lanza una importante afirmación: “El fracaso de Simón Bolívar al intentar crear los Estados Unidos de Latinoamérica no fue culpa de los gringos”.
Parece inaceptable que hoy tengamos certeza de la penetración de ideas socialistas en las juventudes de países americanos, tal como está sucediendo en universidades norteamericanas y en recintos de educación superior en un país occidental como es Canadá.
¿Acaso saben de qué se trata o simplemente están aplastados y ciegos por lo que fríamente llamamos “sus necesidades básicas” o será una absurda negación gestada por la inmadurez de las realidades que muestra la historia”? ¿Qué responsabilidad tienen los liderazgos?
Hemos aprendido que implantar una economía de mercado abierto es no solo una experiencia técnica/financiera/ sino sobre todo una opción cultural, basada en la existencia de individuos creadores de riquezas, emprendedores, en un ambiente donde la creatividad no tiene límites en el cual predomina la ética del trabajo. En síntesis, donde los logros están conectados con los esfuerzos. ¿Están dispuestos los sectores modernos, ganadores a promover el emprendimiento y los emprendedores, hacer las reformas que les permitan a todas las personas entrar al mercado y competir? Si esto es cierto, los cambios no son exclusivamente técnicos, convierten a la educación, el aprendizaje permanente, en un gran proyecto nacional. ¿Será un reto transformar al Estado de una institución que favorece a un grupo, un sector, en un verdadero promotor del crecimiento al servicio de todos los ciudadanos teniendo la educación como gran objetivo?
¿A nuestro liderazgo le preocupa encontrar una respuesta o simplemente nos resignamos a esperar que el cambio venga por sí solo?
Por favor, veamos la oportunidad de repensarnos que plantea el sufrido pueblo cubano. Las salidas son posibles si las buscamos con honestidad, como ha ocurrido en muchas partes de nuestro planeta, sabemos cuáles son las consecuencias de las salidas socialistas, contrarias a los falsos sueños de los jóvenes estudiantes canadienses, carentes en apariencia, de un liderazgo capaz de orientar y enseñar caminos distintos a los que plantean Marx y el socialismo.
La oportunidad de mirarnos con valor y responsabilidad existe. Ningún país o sociedad está condenada al fracaso a menos que el liderazgo y su gente tome esa ruta mortal.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!