Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han cifrado este martes en más de 37.650 los palestinos muertos a causa de la ofensiva desatada por el Ejército de Israel contra el enclave tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el grupo islamista y otras facciones palestinas contra territorio israelí.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha subrayado en un comunicado que hasta ahora ha podido confirmar 37.658 muertos y 86.237 heridos y ha denunciado que al menos 32 personas han fallecido y 139 han resultado heridas a causa de tres «masacres» cometidas «por la ocupación israelí» durante las últimas 24 horas.
«Varias víctimas siguen bajo los escombros y en las carreteras y los equipos de ambulancias y de defensa civil no pueden llegar hasta ellas», ha resaltado. Las autoridades gazatíes han señalado que alrededor de 10.000 personas se encuentran desaparecidas, por lo que el balance de fallecidos podría ser muy superior al anunciado oficialmente.
Por su parte, el Ejército de Israel ha indicado en un balance de operaciones que durante la noche del lunes llevó a cabo un bombardeo contra un edificio de la Universidad Islámica en la ciudad de Gaza, situada en el norte del enclave, argumentando que «terroristas operaban desde la estructura» y llevaron a cabo desde la misma «disparos con misiles anticarro».
Asimismo, ha dicho que estos «terroristas» habían ubicado puestos de observación y habían planificado «actos terroristas» contra las fuerzas israelíes desde el edificio, al tiempo que ha asegurado que «antes del ataque se dieron muchos pasos para reducir la posibilidad de causar daños a los no implicados», en medio de las acusaciones contra Israel por el gran número de víctimas civiles de su ofensiva contra Gaza.
En esta línea, ha resaltado que durante el último día ha matado a «varios terroristas armados» en la ciudad de Rafá, situada en la frontera con Egipto y escenario de una ofensiva terrestre desde el 6 de mayo. En la zona del centro de la Franja han sido además bombardeadas «infraestucturas terroristas», «almacenes de armas» y «terroristas».
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra la Franja tras los citados ataques del 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. A estos balances de víctimas se suman más de 520 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o en ataques por parte de colonos.