La Unión Europea ha pedido este lunes «calma» y «moderación» en Bangladesh tras la dimisión y huida de la primera ministra, Sheij Hasina, en medio de las fuertes protestas contra el Gobierno en unas manifestaciones que dejan unos 300 muertos.
En un comunicado, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha afirmado que el bloque «sigue de cerca los acontecimientos que se desarrollan en Bangladesh» y hace un «llamamiento a la calma y a la moderación» en el país.
«Es vital que se garantice una transición ordenada y pacífica hacia un gobierno elegido democráticamente, respetando plenamente los Derechos Humanos y los principios democráticos», ha asegurado el jefe de la diplomacia europea.
Después de que el jefe de las Fuerzas Armadas de Bangladesh, Waker Uz Zaman, haya asegurado en un discurso televisado que está previsto que se forme un gobierno interino cuanto antes y haya pedido a la población mantener el orden y respetar la ley, Borrell ha valorado las garantías dadas por el líder militar para lograr una salida pacífica a la crisis y para «investigar de forma imparcial» las muertes en las protestas.
En este sentido, la UE lamenta la pérdida de vidas humanas durante las protestas de los últimos días, donde se calcula que habría 300 muertos en las manifestaciones. El deterioro de la seguridad que ha llevado este lunes el cierre del Aeropuerto Internacional en el norte de la capital, Daca.
«La rendición de cuentas por las violaciones de Derechos Humanos es crucial. Las personas detenidas arbitrariamente deben ser puestas en libertad de inmediato», ha asegurado la diplomacia europea.
Las protestas han dejado de dirigirse únicamente al sistema de cuotas –que establece que un 30 por ciento de plazas públicas quedan en manos de hijos de veteranos de la guerra de la Independencia–, un criterio que para los estudiantes suponía un acto de discriminación. Ahora, se centran también la figura de Hasina y sirven para denunciar una represión policial y el uso excesivo de la fuerza. En este contexto, el Tribunal Supremo del país ha visto innecesario ordenar a la Policía que no dispare a matar al entender que las leyes del país ya lo especifican de por sí.