Mujeres afganas sostienen pancartas durante una protesta frente a la Universidad de Kabul en Kabul el 18 de octubre de 2022. – Unas 30 mujeres afganas protestaron frente a la Universidad de Kabul el 18 de octubre después de que las autoridades expulsaran a estudiantes de los dormitorios supuestamente por infringir las reglas. Los manifestantes afirmaron que todos los estudiantes desalojados eran mujeres en un movimiento que se produce cuando los talibanes han restringido cada vez más el acceso de las niñas a la educación. (Foto por AFP)
La enviada de Naciones Unidas para Afganistán, Roza Otunbayeva, llamó este miércoles a las afganas a seguir luchando por el derecho a la educación de las mujeres en Afganistán ante la prohibición impuesta por los talibanes.
“En Afganistán, la educación para todos, niños y niñas, mujeres y hombres es más que un derecho fundamental. Es la fundación para el futuro de Afganistán”, dijo Otunbayeva con motivo del Día Internacional de la Educación.
La enviada de la ONU llamó a las afganas a continuar reclamando sus derechos a los talibanes, que se hicieron con el poder en Afganistán en agosto de 2021 y desde entonces han impuesto un veto a la educación superior femenina.
“Por favor, sabed que no estáis solas, la ONU está con vosotras en solidaridad”, dijo, antes de subrayar que la cuestión es relevante para Occidente pero también para los países musulmanes.
A pesar del llamamiento de la ONU, activistas y defensores de los derechos de las mujeres criticaron hoy la falta de presión real a los talibanes por el organismo internacional.
“Solo es una formalidad, hace más de dos años que la comunidad internacional y la UNAMA no hacen nada para mover (a los talibanes) a reconocer los derechos islámicos y humanitarios de las niñas”, dijo a EFE la activista social Nahid Noori.
La educación superior lleva 890 días cerrada para las estudiantes afganas, entre las promesas incumplidas de los talibanes de que reanudarán las clases.
Desde que se hicieron con el control de Kabul en 2021, y pese a las promesas de cambio con respecto a su régimen anterior, entre 1996 y 2001, los fundamentalistas han aplicado un goteo incesante de restricciones contra la vida de las afganas, apartándolas casi por completo de la vida pública.
La afganas son las únicas mujeres en el mundo que tienen vetada la educación secundaria y superior, según la ONU, a lo que se suman prohibiciones como la de no poder trabajar en puestos de la ONU, ir a salones de belleza o la segregación por sexos en lugares públicos, la imposición del velo y la obligación de ir acompañadas por un familiar masculino en trayectos largos, entre otros.
EFE