El que fue una cara estrella en los programas con más audiencia de Telecinco, ahora ha desaparecido del foco mediático. Ha sido notable su ausencia al no participar en los nuevos formatos como Sálvese quien pueda de Netflix o Ni que fueramos Shhh, de Canal Quickie. Cada vez su presencia en televisión era menor y, al quedarse fuera de estos últimos proyectos, ha decidido cambiar su vida casi por completo.
Compagina su vida de influencer en redes con el negocio de alquiler de casas que varias veces ha hecho público en su perfil de Instagram, incluso ha recibido asesoría inmobiliaria sobre inversión en viviendas. El extronista ya cuenta con seis propiedades en alquiler, cinco pisos y un apartamento por toda la costa levantina.
Además, el que fuera colaborador de Sálvame, ha apostado por otros negocios de alimentación como la cadena City Poké, que cuenta ya con doce locales y está centrada en la venta de comida saludable, algo que enlaza con su frecuente contenido deportivo en redes.
Aunque en sus entrevistas afirma que con los alquileres puede vivir sin dificultades, la última novedad sobre su vida profesional es su formación para ejercer como policía local en Alcobendas (Madrid). Por ahora sólo ha superado la primera fase y apuesta por una de las once plazas que oferta el ayuntamiento de la localidad madrileña.
En sus redes demuestra como estás siendo su proceso de preparación y, sobre todo, formación física, para poder pertenecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y retirarse de los medios permanentemente. Supondrá continuar con una posible vocación ya que, antes de saltar a la fama, trabajaba como policía portuario y relaciones públicas.
Aunque durante su etapa en televisión comenzó a formarse en periodismo, inspirado por su compañero Kiko Matamoros, Rafa Mora ha visto truncada su carrera como profesional de la información y ha decidido continuar alejado de los platós. Pero no de las cámaras.
Su actividad en redes sociales no decae y cuenta ya con seiscientos mil seguidores en su cuenta de Instagram, donde comparte fotos y vídeos de su vida personal, sobre todo con su pareja, Macarena Millán, y contenido sobre deporte y forma física, además de colaboraciones con marcas a de productos de gimnasio.
Por lo tanto, el rostro y, sobre todo, el cuerpo del valenciano, no desaparecerán para siempre de las pantallas, aunque sí su intento de dedicarse a la profesión periodística activamente. Es una forma de aprovechar la fama que le ha brindado la televisión en sus primeros años de carrera y de saber adaptarse a los nuevos tiempos en los que el futuro parece estar en subir contenido de redes, algo que le permitirá al que fue tertuliano seguir rindiendo culto a su cuerpo algunos años más.