El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, el pasado 18 de diciembre en una rueda de prensa en Tel Aviv (Israel). VIOLETA SANTOS MOURA (REUTERS)
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, entró en 2024 con mal pie. El día de Año Nuevo fue ingresado en un hospital militar de Bethesda (Maryland), a las afueras de Washington, donde tuvo que ser sometido a cuidados intensivos al complicarse una intervención médica de la que no se han dado detalles. Austin, de 70 años, mantuvo en secreto su condición y no fue hasta el viernes por la noche cuando el Pentágono confirmó que su jefe estaba hospitalizado. La falta de transparencia en un momento de gran inestabilidad internacional ha desatado la polémica. Austin se ha disculpado finalmente.
Por El País
“Comprendo la preocupación de los medios de comunicación por la transparencia y reconozco que podría haber hecho un mejor trabajo asegurándome de que el público estuviera debidamente informado. Me comprometo a hacerlo mejor. Pero es importante decir esto: se trataba de un procedimiento médico mío, y asumo toda la responsabilidad de mis decisiones sobre la divulgación”, señaló Austin este sábado por la noche en un comunicado difundido por el Pentágono.
No solo fueron los medios de comunicación los que no estuvieron al tanto de la hospitalización de Austin. Altos cargos de la Administración de Joe Biden y del Pentágono y miembros del Congreso desconocían que llevara hospitalizado desde el lunes. El Pentágono no informó al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ni a su principal asesor, Jake Sullivan, del ingreso de Austin en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed de Bethesda hasta el jueves, según fuentes de la Administración citadas por la agencia Associated Press. Fue el medio Politico el primero en señalar que ni siquiera Biden fue avisado hasta tres días después de la hospitalización.
Cuando trascendió el ingreso, el Pentágono emitió un primer comunicado en el que su portavoz, el general Pat Ryder, aseguraba que “la subsecretaria de Defensa estuvo preparada en todo momento para actuar en nombre del secretario y ejercer sus poderes, en caso necesario”. Sin embargo, la subsecretaria, Kathleen Hicks, se encontraba de vacaciones en Puerto Rico cuando tuvo que cubrir de forma imprevista la ausencia de Austin. Según Ryder, la Casa Blanca y el Estado Mayor Conjunto fueron notificados sobre la hospitalización de Austin, pero sin precisar cuándo se produjo esa comunicación.
Biden habló con Austin el sábado y le expresó su confianza, según fuentes de la Casa Blanca citadas por AP. Los republicanos, sin embargo, han criticado la falta de transparencia del jefe del Pentágono. “El Departamento de Defensa ocultó deliberadamente durante días el estado de salud del secretario de Defensa. Eso es inaceptable”, dijo el senador por Misisipi Roger Wicker, el republicano de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado. “El secretario de Defensa es el eslabón clave en la cadena de mando entre el presidente y los militares uniformados, incluida la cadena de mando nuclear, cuando las decisiones más importantes deben tomarse en cuestión de minutos. Si esta información es cierta, debe haber consecuencias por esta escandalosa disfunción”, señaló este sábado en un comunicado Tom Cotton, senador republicano por Arkansas.
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