
Christian Pinto Velásquez dejó su hogar en Venezuela con la esperanza de encontrar un futuro más prometedor, sin embargo, hoy se encuentra recluido en el Centro para el Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en el Salvador.
Pinto forma parte de los 245 venezolanos deportados por Estados Unidos al Salvador, bajo acusaciones de pertenecer a la banda criminal venezolana El Tren de Aragua. En lugar de ser enviados a su país natal, fueron trasladados al Cecot gracias a un acuerdo con el gobierno del presidente Nayib Bukele.
Su hermana, Yennifer, explicó que el joven emprendió su viaje desde Venezuela en 2024 en busca de una vida mejor. Al llegar a México, solicitó ayuda a través de la aplicación CBP One, diseñada para que migrantes indocumentados pudieran ingresar a Estados Unidos mediante un permiso humanitario.
Sin embargo, justo antes de su cita, Pinto fue secuestrado junto a otros migrantes por narcotraficantes mexicanos. Su familia tuvo que pagar un rescate para asegurar su libertad.
“En el autobús donde viajaba fue interceptado y estuvo secuestrado durante 15 a 20 días. Le arrancaron dos uñas de los pies y le fracturaron una costilla. Hicimos lo posible para reunir el dinero y lo liberaron. Después fue a un refugio donde un pastor brindó ayuda tanto a él como a otros venezolanos afectados”, relató Yennifer para La Prensa Gráfica.
Una vez liberado, reprogramó su cita. Sin embargo, al presentarse, fue acusado de ser parte de El Tren de Aragua por sus tatuajes.
“Nos llamó desde Texas y nos contó que lo estaban forzando a firmar un documento que afirmaba su pertenencia al Tren de Aragua, algo completamente falso. Nos decía que estaba sufriendo torturas psicológicas para obligarlo», añadió.
El 11 de marzo de 2025 tenía una audiencia programada para revisar su situación. Su familia envió sus antecedentes penales y otros documentos debidamente apostillados. No obstante, la audiencia nunca se llevó a cabo y desde entonces no tuvieron noticias hasta el 16 de marzo, cuando se enteraron que había sido enviado a El Salvador.
“Mi hermano nunca cometió ningún delito ni en Venezuela ni en Estados Unidos; ni siquiera tuvo la oportunidad de pisar suelo estadounidense. Nos sorprendió verlo en la lista de los primeros 238 deportados”, expresó.
Sus familiares han visibilizado su situación en redes sociales para tratar de llegar a las autoridades pertinentes tanto en El Salvador como en Estados Unidos con la esperanza de lograr su liberación.
Más denuncias desde la comunidad venezolana
Este 1 de abril, tres mujeres relacionadas con otros venezolanos enviados al Cecot participaron en una entrevista radial en Radio YSUCA, donde denunciaron las irregularidades del proceso.
Jhoanna Sanguino, tía de Wídmer Josneyder Agelviz Sanguino, afirmó que al comunicarse con el Consulado salvadoreño en Colombia le informaron que el gobierno salvadoreño solo “alquila” los servicios del Cecot y que no pueden hacer más por los detenidos.
“Llevamos 16 días sin saber nada de mi sobrino, quien se encuentra detenido en el Cecot. En el Consulado nos dijeron que estamos pidiendo ayuda a la persona equivocada, ya que no es responsabilidad de Bukele cuidar de estas personas detenidas; él solo está prestando un servicio”.
A esto se suman los casos de Carlos Alexis Uzcátegui y Jerce Reyes Barrios, quienes sus familiares aseguran que los arrestaron únicamente por tener tatuajes, y que ninguno se encuentra vinculado a actividades delictivas.
“El 14 de marzo, él nos llamó para informarnos que lo trasladarían de California a Texas, a otro centro de detención. Tenía una cita con CBP One, pero al presentarse lo detuvieron por sospechar que un tatuaje de una pelota de fútbol con una corona era indicativo de pertenencia a una pandilla. Siempre ha sido un apasionado del fútbol y tiene una familia que lo espera: su esposa y sus dos hijos. Supimos que lo habían llevado al Cecot gracias a una foto” comentó Ayari Pedroza, tía de Jerce Reyes Barrios.
Por su parte, Gabriela Mora, esposa de Carlos Alexis Uzcátegui, asegura que “Él no tenía antecedentes penales y su única intención era llegar a Estados Unidos debido a la crítica situación económica en Venezuela. Él estaba en medio del proceso para solicitar asilo; no cometió ninguna infracción en Estados Unidos”.
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