Hoy por la mañana, casi tres meses después de la denuncia original. los fiscales Darío Nora y Daniela Challer pidieron el sobreseimiento de Oscar Jégou y Hugo Araudou, los jugadores de la Selección francesa de rugby acusados de violar a una mujer en Mendoza, según confirmaron fuentes judiciales. Ambos fiscales acompañaron el pedido del abogado defensor Rafael Cúneo Libarona, que requirió el cierre definitivo de la causa. Ahora, una jueza deberá avalar o rechazar el planteo, en una audiencia con fecha a determinar.
Hoy, ambos jugadores están de vuelta en Francia, a donde volvieron a comienzos de este mes, luego de ser arrestados por el área de Interpol de la Policía Federal en un hotel porteño, trasladados en un convoy policial a una jaula mendocina. Los fiscales no habían tenido motivo semanas atrás para pedir su prisión preventiva. Las pruebas del caso los benefician ampliamente.
Infobae accedió a un material clave la semana pasada, un video de cámara de seguridad del ascensor oeste del hotel Diplomatic que muestra Araudou y su denunciante tras conocerse en una discoteca de la capital provincial, mientras suben a la habitación. Segundos antes de dejar el ascensor, Araudou y la denunciante se besan. En la habitación se encontraba el segundo acusado, Oscar Jégou.
Días antes, el fiscal Darío Nora -que había dictaminado que no tenía pruebas suficientes para retener bajo prisión preventiva a los jugadores- recibió el análisis de los resultados de la pericia psicológica practicada a la denunciante, con una batería de tests administrados por dos peritos oficiales del Poder Judicial y el MPF mendocinos, entre ellos un psiquiatra. La mujer se había ausentado en tres ocasiones a una segunda entrevista a fines de agosto, aduciendo diversos motivos.
El análisis de la respuesta de la pericia realizado por peritos de la Procuración mendocina desacreditó su relato.
En su texto, los peritos oficiales marcaron:
“Presenta un relato lineal y estructurado en contraposición a uno espontáneo y fluido, rígido en cuanto a la cronología de los hechos y que resulta deficitario en cuanto a la construcción lógica del mismo, cuyos detalles no se articulan en forma coherente como un todo”, según el escrito al que también accedió Infobae. Así, se descubrieron “elementos compatibles con exageración y acomodación de la información que aporta, detectándose contenidos contradictorios e inconsistentes”.
Lo que sigue es aún más enfático: “Detectamos una tendencia a acomodar la información que brinda enfatizando aquellos aspectos que puedan favorecer su versión sobre los hechos y siendo evitativa acerca de aquellos datos que pueden comprometerla y que claramente van en una dirección contraria a sus fallidos intentos de instituirse en el lugar de víctima”.
Se encontraron diez hematomas en el cuerpo de la víctima en un análisis forense tras el supuesto ataque sexual. De acuerdo a fuentes del caso, la presencia de esos hematomas se debería que la mujer vive con el síndrome de Von Wildebrand, que impide una eficaz coagulación de la sangre, algo que fue alertado por su odontóloga semanas después de la denuncia.
El abogado Cúneo Libarona afirmaba días atrás: “Contamos con la última prueba que da cuenta que la denunciante finge situaciones irreales. Lo que resulta peor es que manipula la información de acuerdo al Cuerpo Médico Forense”.
Hoy, el defensor aseguró a este medio tras el pedido de la fiscalía: “El pedido de sobreseimiento de las dos fiscalías es el resultado de 2 meses muy duros de trabajo. Desmantelamos una acusación descabellada, falaz, que pudo terminar en 20 años de prisión. Siempre defiendo a mujeres, pero en este caso particular defendí a dos chicos inocentes. Hay que decir basta a los abusos sexuales y también a las falsas denuncias”.